Con gran trayectoria en el cine y la televisión y con un sin número de reconocimientos en el campo de la actuación, el veterano actor, Diego Vélez, ha sobrevivido durante años a generaciones de televidentes que han llorado y reído con sus personajes.
El destacado actor caleño, histriónico desde los tiempos del Teatro Experimental de Cali y feroz en todos los géneros de la escena, nos habla del sabor colombiano, como buen caleño salsero de pura cepa.
“Cuando nos referimos a ser colombiano, hablamos de lo que hay en toda nacionalidad: una identidad cultural, que hace que uno en su comportamiento cotidiano tenga ciertas actitudes y formas de relacionarse, incluso cierta gestualidad, ciertos ritmos.
Yo soy caleño y viví desde muy niño la cultura del pacífico, la música que llegaba desde nueva York por Buenaventura, la salsa, toda la música de origen africano.
Alguna vez en París estuve bailando con una amiga caleña en un pequeño barcito donde estaba sonando salsa y un africano me dijo: “Los Europeos no entienden como usted siendo blanco baila como nosotros.”
Pienso que en Colombia tenemos una serie de culturas que se han entrecruzado, que nos hacen muy especiales y al mismo tiempo tenemos un país maravilloso, la naturaleza, las montañas, los climas, los dos mares.
Yo me siento muy feliz de ser colombiano y no habría querido nacer en ningún otro país del mundo.
Con el patriotismo no comulgo. Pienso que hay algo preocupante y es la identificación con ciertos modelos de comportamiento que tienen que ver con la ilegalidad. Me parece que para muchos sectores la única manera de surgir ha sido el narcotráfico por la falta de oportunidades, de educación y se ha vuelto un modelo. Eso me parece un problema grave para el país.
En Colombia hay mucha gente honesta. Es un valor que no se puede perder.
Me preocupa que a veces la televisión, los modelos y los protagonistas son personajes que han brillado por ser delincuentes. Lo que se está transmitiendo al público no me parece conveniente. Creo que faltan héroes. Los medios masivos tienen una responsabilidad importante en la difusión de los valores.
El hecho que nos identifiquen con la mafia y con lo ilegal es algo que tenemos que superar.
La realidad del país claro que influye en mi trabajo. La actuación se basa en formas que son muy de la cultura, incluso regional, comportamientos físicos, corporales que llevo al escenario son muy colombianos. Lo que uno lleva al escenario está muy ligado a los comportamientos y a la cultura de un país.
Amo mucho a mi Colombia, me parece además que ser extranjero todavía en este mundo, no es una situación muy favorable. Tengo tres hijos con una francesa y una de las cosas que me hizo regresar a este país, además de mis compromisos, era que quería que mis hijos nacieran aquí, con la cultura mía, no me imaginaba criando tres francesitos, con un papa colombiano en parís. Mejor tres colombianitos con una mama francesa y de hecho les ha ido mucho mejor.