En un recorrido por el Magdalena Medio, tierra caracterizada por ser una de las de mayores volúmenes de ganado en inventario, Confidencial Colombia constató que la preocupación de muchos no es fortuita. La situación es delicada y cada vez hay menos ganaderos porque migraron a otras actividades de verdadera renta.
En opinión de muchos, de voces autorizadas, la realidad ganadera es cruda, a tal punto que varios ganaderos optaron por salir de sus fincas, bien sea por la venta rápida o por el arriendo de predios para diversas actividades. En el caso de la ganadería de leche, el tema es casi que apocalíptico porque las cuentas dan para pensar que esta desaparecerá por las importaciones de bajo costo.
La reconocida empresaria Gloria María Villa Zapata, le dijo a este medio que no hay luz al final del túnel en el tema ganadero porque convergen escenarios muy difíciles para el sector tales como la dificultad con el mercado interno toda vez que la demanda es baja por asuntos de ingreso, y así las cosas, son relativamente pocos los que tienen acceso a un trozo de carne o a la proteína animal. La ganadera instó al gobierno a fomentar el consumo de carne sobre pilares de políticas de inclusión que les permita a más colombianos contar con los recursos para alimentar mejor a sus familias. “La situación del país es difícil, la gente en Colombia casi no come carne y por eso es que en este momento estamos en crisis, es urgente incentivar el consumo interno y acabar con tanta dependencia”.
Para la empresaria es perentorio mejorar en frentes como el de seguridad, empleo y en todo lo que tiene que ver con indicadores sociales porque de lo contrario expuso, la gente no va a tener con qué comprar carne o pollo, el asunto, conceptuó, es delicado y amerita una revisión gubernamental.
De igual manera indicó, están los tratados de libre comercio que tienen por lógica dos lecturas, una la de ganadores y otra la de perdedores porque en un mercado abierto con países altamente competitivos y subsidiados suelen dejar en la ruina a una inmensa mayoría. Para colmo de males, consideró, Colombia es un país con un enorme retraso en vías, situación que lo hace menos competitivo más cuando el gran lío no es solamente la salida a puertos sino la elemental extracción de la producción primaria por las bautizadas, vías terciarias que son prácticamente inexistentes.
“La ganadería en este momento está muy mal, el pequeño ganadero ha ido saliendo de las fincas, las están arrendando y el panorama lo veo muy oscuro por los costos de producción y por el mercado”, aseveró la ganadera.
Agregó que lamentablemente Colombia no tiene un mercado afianzado con otros países y afirmó que la ganadería sigue con una enorme dependencia de Venezuela que pide por ciclos o por momentos de gran necesidad, eso sí, con los riesgos que se deben asumir por el complejo mecanismo de pagos en el país vecino.
En su opinión, hay acuerdos con países importantes, con Canadá, con China y con países del oriente próximo, pero reiteró que la carencia de infraestructura es un palo que se le pone a la rueda sin dejar de reconocer que no hay suficiente oferta exportable para abastecer naciones de semejante calibre, sencillamente por la merma considerable en el inventario ganadero.
Lo del hato es preocupante
La experta en ganadería, Gloria María Villa expresó su preocupación por la caída acelerada en el hato ganadero contexto al que se llegó por el bajonazo en pie de cría que prácticamente se han ido acabando. ”La gente ya no tiene criaderos por los costos de producción, entonces ha empezado a comercializar ganado a través de las subastas”.
Explicó que tristemente y de manera preocupante las hembras están siendo sacrificadas en un número alarmante sin que exista control estatal o gremial a través de Fedegan. Definió como de alto riesgo el hecho toda vez que en el momento actual, el gran negocio es sacrificar hembras gordas porque el tiempo de producción es mucho más corto si se tiene en cuenta que mientras un novillo demanda entre seis y diez meses de ceba, las hembras dan rendimiento cárnico en cuatro meses.
En los más de diez años de ganadera, Gloria María Villa ha visto con profunda tristeza desaparecer del mercado y del sector a muchos ganaderos prestantes de La Dorada, Puerto Salgar, Puerto Boyacá y del Magdalena Medio en general.
“Dentro de los factores determinantes en el detrimento de la ganadería están las subastas porque anteriormente se desarrollaban unas ferias comerciales donde cada productor sacaba su ganado para la venta y solo pagaba unos derechos de corral y un embarque, ahora hay que dar una comisión muy alta, del tres por ciento a la subasta y así la rentabilidad ganadera ha bajado. Sinceramente lo que le queda al ganadero es muy poco”, declaró la señora Villa Zapata.
Sobre el libre comercio dijo que hay algunas opciones de mercado, pero advirtió que solamente puede haber renta volviendo con el pie de crías lo que resulta determinante porque este es la base de muy buenos toros y muy buenas vacas. A criterio suyo hay que empezar a sacar un producto de excelencia, con unos cruces muy interesantes que se pueden hacer, pero de manera tecnificada y profesional para poder exportar y entrar a la élite de los vendedores de buena carne.
Fincas a venta o en arriendo
Desde hace unos tres años de manera masiva los ganaderos están arrendando las fincas pues la ganadería no es rentable por los elevados costos de producción, haciendo más atractivo como negocio el arriendo. “Todo el mundo vendió sus hatos, sus lecherías y ahí es donde la gente empieza a emigrar a las ciudades”.
Al término de esta amable charla, doña Gloria, una mujer recia, tozuda en sus negocios y tareas, de tez trigueña y mirada fija, insistió en el impacto de los TLC porque tal y como están concebidos condenan a una gran mayoría ganadera a desaparecer con el agravante que en las negociaciones no tuvieron a los productores en cuenta. Aperada con sus botas y yines, decorada con su sombrero vueltiao que le da sombra a su rostro en días y tardes caniculares, la empresaria deja escapar una lacónica frase, “nos vienen quiebras, ruina y desesperanza”.
Los ganaderos están explorando salidas y tratan de ser lo más competitivos, lo complicado es que deben competir en condiciones adversas y de total desventaja porque en las grandes potencias, hoy socios comerciales, hay ayudas e incentivos para el campo.
“La pregunta que hoy surge es ¿que hizo Fedegan?, ¿que hizo el señor Lafaurie?, ¿qué hizo este dirigente gremial por la ganadería? porque la verdad yo nada veo. La única verdad y lo único real es que la ganadería fue entregada por el afán y la poca inteligencia de los negociadores. Repito nos firmaron la sentencia de muerte económica a los ganaderos al igual que a los lecheros, que a los arroceros que a toda la Colombia agropecuaria. No sé para dónde va este país, pero la situación es alarmante y muchos podemos colapsar”, sentenció.