El exmayordomo del papa, Paolo Gabriele, de 46 años, fue condenado por el Tribunal del Estado del Vaticano a un año y seis meses de cárcel por el robo con agravantes de documentos reservados de Benedicto XVI.
“En nombre de Su Santidad Benedicto XVI, gloriosamente reinante, e invocando a la Santísima Trinidad…” fue la fórmula con la que el presidente del Tribunal, Giuseppe della Torre, comenzó a leer la sentencia tras dos horas y cuarto de deliberaciones.
Della Torre señaló que “Paoletto”, como es conocido, fue condenado a tres años de reclusión, pero que la sentencia fue reducida a 18 meses vistos los atenuantes. El exmayordomo tendrá que pagar los costes del juicio. Gabriele escuchó la sentencia de manera impasible, sin expresar sentimiento alguno.
“Paoletto”, que de momento ha vuelto a su casa, donde está en arresto domiciliario y que tuvo la última palabra en la audiencia, dijo que actuó por amor a la Iglesia y al Papa.
“La única cosa que siento muy fuerte dentro de mí es la convicción de haber actuado por exclusivo amor, diría visceral, por la Iglesia de Cristo y por su Jefe visible (el Papa). Repito, no me siento un ladrón por lo que he hecho”, dijo.
Los atenuantes tenidos en cuenta por el tribunal fueron que Paoletto no tiene antecedentes penales, el trabajo realizado al servicio del Vaticano (llevaba seis años como ayudante de cámara del papa) y el haber reconocido que había traicionado la confianza depositada en él por el Pontífice.
El Promotor de Justicia del Vaticano (fiscal), Nicola Piccardi, había pedido tres años, mientras que la abogada defensora, Cristiana Arru, había pedido que la pena pasase de robo a apropiación indebida y que en ese caso, visto que no ha sido interpuesta ninguna querella contra Gabriele, no podía ser condenado.
En el caso de que se le condenase por robo, como así ha sido, pidió que se le aplicase la pena mínima. Se desconoce si “Paoletto” recurrirá en apelación.
Su abogada dijo tras escucharla: “es una buena sentencia, veremos si se ha tratado de una sentencia equilibrada y tenemos que leer las motivaciones de la misma antes de decidir (si apelan o no)”.
Benedicto XVI, como soberano del Estado de la Ciudad del Vaticano, puede ejercer en cualquier momento su prerrogativa de perdonar al mayordomo.
Con este juicio no concluye el escándalo de robo y filtración de documentos reservados vaticanos, conocido como “Vatileak”, ya que en fechas aún por decidir comenzará el juicio contra Claudio Sciarpelletti, de 48 años, acusado de presunto encubrimiento y que en un principio iba a ser juzgado junto a Paoletto.
Ya en la primera audiencia, el tribunal separó el juicio de este informático, tras aceptar la petición de su abogado, Gianluca Benedetti, que aseguró que Sciarpelletti nunca encubrió al exmayordomo y que la prueba es que en el momento en el que le fue encontrado un sobre con documentación reservada reconoció a los investigadores que se la había dado “Paoletto”.
Sciarpelletti puede ser condenado hasta con un año de cárcel.