Confidencial, Colombia, Cali, Medellin, Bogota, Néstor Humberto reabre el debate

El nuevo Fiscal de la Nación, Néstor Humberto Martínez, ha pedido que se vuelva a retomar la fumigación aérea con glifosato, erradicada desde hace un año, para combatir el aumento de los cultivos ilícitos en el país, que se han disparado desde la misma fecha en que fue suspendida. El Ministerio de Salud, respondió a la petición del Fiscal asegurando que “las razones para la prohibición de aspersiones aéreas siguen vigentes”. Por su parte, el alto comisionado para la paz, Sergio Jaramillo, señaló que no hubo ningún acuerdo con las FARC, respecto al tema de la fumigación aérea, cuyo fin es erradicar los cultivos ilícitos.

En una carta Martínez pide al ministro de Justicia, Jorge Eduardo Londoño, que convoque una reunión extraordinaria del Consejo Nacional de Estupefacientes, organismo que hace un año, a instancias de Santos, suspendió las fumigaciones aéreas. La medida fue criticada por Estados Unidos, gran aliado de Colombia en la lucha contra el narcotráfico.

Según Martínez, el giro en la lucha contra el narcotráfico que supuso esta medida, auspiciada por el presidente, Juan Manuel Santos y ordenada por la Corte Constitucional, no ha tenido el efecto deseado. Durante más de 14 años, Colombia utilizó este herbicida, que según la OMS puede provocar cáncer en humanos, para asperjar 1,8 millones de hectáreas de coca.

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En su texto, el fiscal asegura que en algunos lugares de Colombia, como la región del Putumayo o Nariño, en la costa del Pacífico, los cultivos de coca se han disparado. Entre 2001 y 2004, el número de hectáreas de coca sembradas no llegó a sobrepasar la cifra de 20.000. El pasado año, la ONU apuntaba a que en la región del Pacífico había casi 30.000 hectáreas, de las cuales el 66% se encontraban en Tumaco.

Para el fiscal existe un creciente peligro de que lejos de iniciarse programas de sustitución, estas plantaciones que pertenecían a las FARC, o a sus afines, pasen a manos de otros actores armados. “Existe el gravísimo riesgo de que como resultado de la desmovilización acordada en el proceso de paz, se dé inicio a una nueva perturbación del orden público en esos territorios, resultado de la lucha de otros actores armados ilegales por cooptar las zonas de normalización, lo que ya empieza a evidenciarse”, asegura Martínez en relación al ELN y o a alguno sectores del Clan Úsuga.

Sin embargo, la posibilidad de que se vuelvan a reanudar las fumigaciones aéreas con glifosato afectaría a uno de los acuerdos más importantes firmados entre el Gobierno y las FARC, pues los negociadores establecieron que la lucha contra el narcotráfico tendría que partir de una sustitución de los cultivos ilícitos, aunque el Estado se reservaba el derecho de recurrir a otras medidas si las comunidades no cumplían.

Glifosato “probablemente cancerígeno para los humanos”

“Todas las razones para la prohibición de las aspersiones aéreas con glifosato se mantienen vigentes”, expresó el ministro de Salud y Protección Social, Alejandro Gaviria Uribe, en respuesta a la propuesta de reiniciar estas fumigaciones manifestada por el fiscal general de la Nación, Néstor Humberto Martínez.

Las aspersiones aéreas con glifosato para la erradicación de los cultivos de coca fueron suspendidas en octubre de 2015 como resultado de la evaluación de un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que calificó el glifosato como “probablemente cancerígeno para los humanos” y el cumplimiento de un fallo de la Corte Constitucional en el sentido de que se aplicara el principio de precaución en caso de que no se encontrara una conclusión definitiva sobre la inexistencia de riesgos derivados del uso de este herbicida.

El glifosato fue clasificado como “probablemente cancerígeno para los humanos” tras una reunión de expertos de la Agencia Internacional para la Investigación en Cáncer (IARC) –que hace parte de la OMS–, cuyos resultados fueron publicados el 20 de marzo de 2015 en la revista científica The Lancet Oncology.

A partir de la evidencia disponible, la IARC concluyó que la exposición al glifosato podía estar relacionada con la generación de linfoma no hodgkiniano (un tipo de cáncer del tejido linfático) en humanos, y señaló que en experimentos con animales la exposición al herbicida aumentó la probabilidad de otras enfermedades, como carcinoma tubular renal, hemangiosarcoma (un cáncer que comienza en el revestimiento de los vasos sanguíneos), tumores en piel y adenoma pancreático (tumores en el páncreas).​

A juicio del Ministerio, los riesgos se ven significativamente reducidos en la fumigación de cultivos lícitos, pues en estos la aspersión es terrestre, y se utilizan y siguen protocolos de seguridad ocupacional y de mitigación de riesgos.

Adicionalmente, en las aspersiones sobre cultivos ilícitos la población no tiene la posibilidad de expresar su voluntad de exponerse o no al riesgo, a diferencia de lo que ocurre en las aspersiones sobre cultivos lícitos.

“No hubo ningún acuerdo con las Farc, en materia de fumigación aérea con glifosato”: Sergio Jaramillo

El alto comisionado para la paz, Sergio Jaramillo, señaló que no hubo ningún acuerdo con las FARC, respecto al tema de la fumigación aérea con glifosato, cuyo fin es erradicar los cultivos ilícitos. Explicó que lo que se acordó fue algo “supremamente importante”, ya que se trata de crear un programa nacional de sustitución de cultivos y desarrollo alternativo, el cual –según dijo– hasta el día de hoy no había existido en Colombia y, además, dado todo lo que se acordó “enmarcará en esa lógica de desarrollo rural”.

Sin embargo, el alto comisionado para la paz aclaró que el Gobierno “se reservó la posibilidad” de erradicar manualmente, en caso de que los cultivadores “decidan no participar o renieguen” de sus compromisos adquiridos con el acuerdo.

“Lo que uno oye de las personas encargadas de la erradicación manual es que se ha vuelto más difícil ponerla en práctica porque las comunidades están mucho más organizadas y no permiten que los erradicarores procedan”, manifestó.

Jaramillo también dio su punto de vista con respecto a la aspersión aérea, y consideró que es “mejor solución” trabajar con los campesinos y transformar los territorios de manera “permanente”, pero también cree que “no hay que negarse” a ningún instrumento y que puede haber situaciones y lugares donde sea “la herramienta correcta” para utilizar.

Agregó que si el cultivador se compromete a salir de la economía de la coca, y el Gobierno a construirles el puente para que puedan salir, y además a trabajar con la gente de la Región en busca de su desarrollo, “en el marco de ese pacto, es totalmente razonable decir que el que no cumpla será objeto de erradicación”.

“Reactivar la fumigación aérea con glifosato no es la solución a los cultivos ilíticos”: Ministro de Ambiente

Con un rotundo no, el Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Luis Gilberto Murillo, respondió a la propuesta planteada por el Fiscal General. El pronunciamiento tuvo lugar en Puerto Asís, Putumayo en donde se llevó a cabo una reactivación del diálogo entre el Gobierno y las organizaciones sociales del departamento.

De acuerdo con el jefe de la cartera ambiental, “es importante abrir nuevamente el debate sobre las estrategias para la erradicación de los cultivos ilícitos, sin embargo no estamos de acuerdo con volver al pasado. Hemos sido enfáticos y lo más técnicos posible sobre las consecuencias de la fumigación aérea. Estamos de acuerdo en que su uso controlado es posible, pero acompañado de erradicación manual”, sostuvo.

El jefe de la cartera ambiental reiteró la necesidad de innovar en las técnicas de erradicación de cultivos en donde las comunidades locales lideren procesos sostenibles y desarrollo alternativo a la práctica.

Finalmente, el Ministro Murillo sostuvo que se encargará de que la cartera ambiental haga parte del Consejo Nacional de Estupefacientes.