Después de tres meses de encuentros y más de 30 reuniones entre Gobierno y campesinos del Catatumbo, los líderes de los labriegos decidieron pausar el proceso de negociación debido a los retrasos que se han presentado para llevar a cabo el cumplimiento de la agenda establecida. A pesar de las difíciles situaciones que se han presentado con el Gobierno, continúa el descontento por parte de la Asociación Campesina del Catatumbo (Ascamcat), debido a la falta de compromiso en la asistencia a las mesas de dialogo.
Según César Jerez, representante del campesinado, hay una pausa en las conversaciones ya que después de varios meses de estar en este proceso, solamente se ha logrado coincidir en un punto de las peticiones. “Hay un estancamiento frente a la imposibilidad del Gobierno de firmar acuerdos concretos”.
Durante este lapso de tiempo, solo se llegó a un acuerdo correspondiente a la reparación de víctimas de la radicación forzada de los cultivos de coca. Sin embargo, la preocupación de los campesinos son las limitantes que ha manifestado el Gobierno de carácter presupuestal, político y técnico para poder cumplir con los encuentros. Según Jerez, esto hace que sea más difícil la firma de acuerdos. “Por eso estamos proponiendo que se convoque la comisión de garantes para hacer un balance de la situación y poder tomar correctivos e impulsar de nuevo las conversaciones”.
De igual manera dijo que los garantes -el vicepresidente, Angelino Garzón; el expresidente, Ernesto Samper; el padre Francisco de Roux; representantes de la oficina del alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos; el presidente del Congreso, Juan Fernando Cristo; representantes de la Comisión de Paz del Congreso, Iván cepeda y el obispo de Tibú, monseñor Omar Sánchez- han estado visitando constantemente el punto de encuentro pero nunca han tenido una presencia permanente dentro de la mesa.
Uno de los factores que influyó para que se detuviera el proceso, fue el anuncio de los comisionados del presidente de la República, en donde explicaban que la metodología pactada semanas atrás iba a ser modificada.
Los encuentros se venían efectuando los martes, miércoles y jueves. Los dos primeros eran jornadas en las que se sentaban a la mesa los líderes campesinos con la comisión técnica. Los jueves era el día en el que se tomaban las decisiones. Bruce Mac Master, director del Departamento para la Prosperidad Social (DPS) y Mauricio Perfetti, subdirector de Planeación Nacional, eran quienes estaban a la cabeza con poder de decisión dentro de estas reuniones.
¿Existe la posibilidad de un nuevo paro?
El vocero de los campesinos afirmó que aún es muy pronto para decir que habrá de nuevo un paro. Reiteró que la actuación del Gobierno no ha sido “afortunada”. “Si no hay medidas de urgencia que le permitan al Estado llegar a acuerdos, con su actitud estaría incubando la posibilidad de nuevas movilizaciones”.
En la agenda están estipulados 13 puntos, de los cuales se han tocado tres temas y solamente se han llegado a algunos acuerdos implícitos.
La crisis social que vivió el Catatumbo está lejos de ser solucionada. El estancamiento de las conversaciones entre Gobierno y campesinos da la primera alerta a un posible resquebrajamiento en las buenas relaciones que los garantes habían conseguido ya hace más de tres meses. Se espera que las dos partes vuelvan a trabajar por una región que no aguanta más el abandono del Estado y pide soluciones inmediatas a los múltiples problemas que padecen.