Con propuestas complicadas como el desmonte a los parafiscales con destino al SENA y al ICBF, así como con la creación de un impuesto que grava las ganancias de las empresas para destinar más recursos a la educación y al frente social fue votado y aprobado en las plenarias de Senado y Cámara, el proyecto de reforma tributaria. En este proyecto de ley los productos de la canasta familiar siguen en la categoría de excluidos y exentos.
Cabe anotar que el nuevo estatuto tributario, que demandó tiempo extra en el Congreso, establece un alivio en el precio de los combustibles, un bajonazo en el impuesto de renta y el menor pago de retención en la fuente para los colombianos que devengan hasta 3,7 millones de pesos. El legislativo en común acuerdo con el Gobierno le entrega a Colombia una reforma más versátil, mucho más práctica y con menos líos a la hora de recaudar por cuanto avaló tan solo tres tipos de tarifa para el Impuesto al Valor Agregado (IVA).
Anteriormente se criticó a los Gobiernos y a los ministros de Hacienda por permitir un relicario de tarifas de IVA que en opinión de los expertos lo único que hacía era fomentar la evasión. En esta oportunidad, ejecutivo y legislativo acordaron la eliminación de tarifas y dejaron tres que van del cero por ciento, una segunda del cinco por ciento y finalmente la del 16 por ciento.
El Gobierno acompañado por un amplio sector del Congreso celebró la aprobación del paquete tributario y aseguró que no solo le imprime mayor equidad al país sino que lo dota de las herramientas necesarias para generar muchos más puestos de trabajo.
La reforma le dio vida al Impuesto Mínimo Alternativo Nacional (IMAN) el cual es un sistema que conlleva a gravar los salarios altos, creando una base que exime del pago a quienes devenguen por debajo de los 3,7 millones de pesos. El impuesto de renta que pagaban las empresas y que fue del 33 por cinto pasa al 25 por ciento.
Para compensar los ingresos de la parafiscalidad, el legislativo le dio vida plena al Impuesto Sobre la Renta para la Equidad (CREE). Contra la voluntad del Gobierno, el Congreso le dio su bendición al incremento de un punto adicional a la nueva tarifa del impuesto sobre la renta, es decir que no será del 8 sino del 9 por ciento. Este recaudo tendrá un destino social y apalancará los gastos de la universidad pública. Contrario a lo que muchos piensan, el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y la salud tendrán recursos propios que les permitirá operar con plena autonomía.
La reforma reduce las tasas impositivas del empleo pues pasan del 29,5 por ciento a 16 por ciento, situación que se traduce en mayor contratación de personal y una mayor formalidad laboral que según el Gobierno podría dejar no menos de un millón de personas con ingreso justo y legal.
El Ministro de Hacienda y Crédito Púbico, Mauricio Cárdenas, aseguró que con la aprobación de esta reforma el país avanza hacia prosperidad con más equidad y más empleo moderno y formal, que cumpla con todas las condiciones que hoy exige una sociedad desarrollada.
Declaró que las medidas tributarias permitirán la reducción de la desigualdad en Colombia.
“Esta Reforma Tributaria nos va a permitir dejar de ser uno de los países más desiguales de este continente, a ser un país con mayor equidad, porque los colombianos de altos ingresos, quienes ganan más de 10 millones de pesos al mes van a pagar un poco más de impuestos”, apuntó el señor Cárdenas.
Destacó que uno de los grandes logros del proyecto tributario es la sustitución de los impuestos al empleo por impuestos a las utilidades.
“La Reforma va a sustituir el impuesto al empleo que se ha convertido en un freno de mano a la generación de puestos de trabajo en nuestro país, por un impuesto a las utilidades, que le va a dar plenas garantías al SENA y al ICBF”, comentó el jefe de las finanzas públicas.
Gobierno le cumplió a los campesinos
Tal y como lo prometió el ministro de Hacienda y Crédito Público, Mauricio Cárdenas Santamaría, todos los insumos para el sector agropecuario bajaron su tarifa del 16 al 5 por ciento, eliminando la famosa devolución del efectivo, optimizando los flujos de caja de las pequeñas y medianas empresas.
“Logramos reducir la tarifa promedio y le dimos así un menor IVA a la agricultura, protegiendo de paso la canasta familiar. Igualmente bajamos el IVA la medicina prepagada”, sostuvo el ministro de Hacienda.
Se salva el corrientazo
Para el capítulo de restaurantes, este servicio entra en la categoría de excluidos y se fija una tarifa del ocho por ciento al consumo para comedores en donde las ventas superen anualmente los 105 millones de pesos. Esta decisión deja por fuera del pago de impuesto a los pequeños restaurantes en donde se vende el popular y generoso almuerzo de bajo costo más conocido como “corrientazo”.
Lo que no se salvó fue el consumo de lujo que tendrá un impuesto con tarifas de 20, 25 y 35 por ciento.
Dentro de las rebajas importantes están las impuestas a las ganancias ocasionales que pasan del 33 por ciento al 15 por ciento o al 10 por ciento dependiendo si los activos en favor del tenedor tienen como fin o destino la venta de sociedades o la venta de activos.
La reforma acopia un importante número de normas que ponen al país en estándares internacionales, evitando trampas al estado o un trato desigual. El fin del nuevo estatuto es incentivar la cultura del pago.
Ortega sin tapujos
A su turno el director de la DIAN, Juan Ricardo Ortega, le salió al paso a los críticos de la reforma diciendo que es desde todo punto de vista falso que la reforma apalanque sus ingresos en la clase asalariada toda vez que el fondo de la propuesta gubernamental es el control máximo a la evasión de los grandes negocios en Colombia.
Consideró que hay mentiras y posiciones acomodadas en el sector real porque al observar el rango de capitalización por información de la DIAN, el 50 por ciento de las sociedades dicen tener menos de 80 millones de pesos en patrimonio y el 95 por ciento asegura que tienen menos de 1.600 millones de pesos. Precisó que la nueva norma mete en cintura toda la información, haciéndola veraz.
Para la DIAN, el país canaliza por ganancia ocasional 300.000 millones de pesos anualmente. “Esa es la ridícula mentira que el total de las transacciones en Colombia son 300 millones de dólares en un año, cuando todos sabemos que se vendieron farmacéuticas de 300 millones de dólares, supermercados de más de 1.000 millones de dólares y que las transacciones solo este año, entre bancos, farmacéuticas y supermercados superaron los 4.000 y los 5.000 millones de dólares”.
Para Ortega la reforma tributaria no golpea ni persigue la clase media porque esta capa social no tiene grandes extensiones de tierra o mega fincas, menos farmacéuticas, supermercados y tampoco bancos.
“La clase media devenga menos de cuatro millones de pesos y sus impuestos son cero, esa es la realidad de esta reforma que de verdad busca la equidad y el pago justo de impuestos”, concluyó.
Cabe anotar que esta por conciliar el destino que tendrá el puno adicional de Impuesto a la Equidad (CREE) que finalmente quedó en el nueve por ciento. De momento una comisión decidió destinar el 40 por ciento para la educación pública, el 30 por ciento para salud y el otro 30 por ciento para desarrollo rural.
Dentro del monto CREE, el SENA quedaría con el 1,4 por ciento, es decir con 1,6 billones de pesos, el ICBF con el 2,2 por ciento que en plata blanca representa algo más de 2,6 billones de pesos y la salud tendría para su financiación 5,3 billones de pesos al quedarse con el 4,4 por ciento.
Lo curioso
En el debate del proyecto de reforma tributaria las residencias, moteles y hospedajes merecieron la atención del legislativo toda vez que se defendió el aporte social de estos establecimientos que no pagarán IVA. En la Cámara de Representantes se hizo precisión como la hizo el ministerio de Hacienda que estos lugares pertenecen a régimen simplificado y nada tienen que ver con las grandes cadenas hoteleras que seguirán gravadas con un IVA del 16 por ciento, entre otras cosas porque no hacen parte de los servicios de primera necesidad
“El nuevo estatuto está orientado a aplicar el impuesto solo a las ventas de las grandes cadenas hoteleras de cuatro y cinco estrellas. Aquí no podemos bajar la tarifa porque aunque nos digan que son servicios de primera necesidad, no lo son”, afirmó el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas.
Toda la discusión se dio porque una proposición proponía bajar la tarifa del IVA a los hoteles al cinco por ciento.
Este paquete tributario de 192 artículos tiene pendientes algunos puntos para su conciliación, pero una vez queden acordados los capítulos quedará lista para sanción presidencial.