Corea del Norte, de nuevo al ataque

El régimen norcoreano condenó hoy nuevamente en un editorial del diario estatal Rodong las recientes maniobras de Corea del Sur y Estados Unidos en la península coreana, y consideró que estos ejercicios son los que han elevado la tensión en la región en los últimos meses.

Pyongyang atacó duramente las maniobras navales conjuntas realizadas los días 13 y 14 de mayo por los ejércitos surcoreano y estadounidense en el Mar del Este (Mar de Japón) en las que participó el portaaviones de propulsión nuclear USS Nimitz, uno de los mayores navíos de guerra del mundo.

El régimen consideró que esta situación nuevamente “aumenta el riesgo” de que se produzca una confrontación en la península y consideró las maniobras un acto de “acoso masivo” de Estados Unidos “bajo el pretexto de llevar a cabo un “entrenamiento””.

“Los ejercicios navales que han sucedido a los de “Key Resolve” y “Foal Eagle” sólo pueden ser vistos como parte de un esfuerzo más amplio para sofocar a la República Popular Democrática de Corea”, prosiguió el artículo.

El editorial del diario del Partido de los Trabajadores volvió a censurar las maniobras anuales “Foal Eagle” y “Key Resolve” que los aliados realizaron en marzo y abril, y consideró que el despliegue hecho en las mismas no tenía precedentes en la península desde el final de la Guerra de Corea (1950-1953).

Estados Unidos desplegó aviones con capacidad nuclear en estos ejercicios, lo que desató en su momento las iras de Pyongyang.

Tras las sanciones impuestas por la ONU con motivo de su prueba nuclear de febrero y en protesta por esas maniobras conjuntas, Pyongyang llevó a cabo en marzo y abril una dura e insistente campaña de amenazas bélicas contra Seúl y Washington.

El régimen incluso desplegó plataformas móviles con misiles de medio y corto alcance en su costa oriental, aunque aparentemente las ocultó en almacenes hace unos días, según desvelaron imágenes por satélite.

No obstante, el editorial de Rodong advirtió que todos los misiles balísticos intercontinentales norcoreanos tienen fijadas las “coordenadas de sus objetivos” en territorio estadounidense.