Corea del Norte aseguró haber realizado su tercera prueba atómica con un dispositivo “más pequeño” y “altamente explosivo”, lo que indicaría un importante avance tecnológico en el desafío nuclear del militarizado régimen de Kim Jong-un.
“A diferencia de las pruebas anteriores, la presente fue de mayor nivel y se realizó de manera segura y perfecta usando una bomba atómica pequeña y ligera, pero con alto poder explosivo”, indicó la agencia estatal KCNA en un comunicado.
Expertos internacionales habían advertido de que la nueva y anticipada prueba de Corea del Norte buscaría dar un importante paso hacia el objetivo de rebajar el peso y el tamaño de sus cabezas nucleares para instalarlas en cohetes de largo alcance.
Esta estrategia militar es un reto todavía pendiente para el régimen que resulta muy temido por la comunidad internacional.
La detonación, realizada a mediodía hora local en la base de Punggye-ri, al noreste del país, alcanzó entre 6 y 7 kilotones según el Ministerio de Defensa de Corea del Sur, más de un tercio de la magnitud de la bomba de Hiroshima -de unos 15 kilotones- con la que EEUU arrasó esta ciudad japonesa en 1945.
Seúl evaluó en 5 grados en la escala Ritcher el seísmo producido hoy por el explosivo, dato ligeramente superior a los 4,6 grados del anterior ensayo nuclear norcoreano de 2009 y muy por encima del primer test de 2006, cuya intensidad fue considerablemente menor según expertos.
Corea del Norte remarcó que la nueva prueba nuclear se llevó a cabo “con éxito” y las mediciones sobre su potencia explosiva se correspondieron con lo previsto, lo que da fe de “las excelentes capacidades del poder disuasorio nuclear” del país, según la KCNA.
La agencia justificó el ensayo atómico de hoy, el primero desde que Kim Jong-un asumió el poder en diciembre de 2011, como una de las “contramedidas prácticas para defender la seguridad y la soberanía del país frente a las brutales hostilidades de Estados Unidos”.
Pyongyang había asegurado días atrás que su próxima acción nuclear estaría “enfocada” en EEUU, al que calificó como su “enemigo jurado”.
En Washington, donde ya había caído la tarde del lunes cuando se produjo la explosión, el presidente Barack Obama calificó el ensayo de misiles norcoreano como “un acto altamente provocador”.
Obama, del que se espera que aborde el asunto en su discurso anual sobre el Estado de la Unión este martes, avanzó que tomará “las medidas necesarias” para defender a EEUU y sus aliados, entre ellos Corea del Sur.
Este país, que se encuentra técnicamente en guerra con Corea del Norte desde 1950, también condenó duramente a su vecino comunista en un comunicado de la oficina presidencial, que calificó la prueba nuclear como “una amenaza inaceptable” para la paz y la estabilidad de la región.
“Corea del Norte no podrá eludir su gran responsabilidad”, indicó el comunicado presidencial, redactado tras una reunión de emergencia encabezada por el jefe de Estado en funciones, Lee Myung-bak, que instó a Pyongyang a asumir las consecuencias de su “desafío directo” a la comunidad internacional.
En Corea del Sur, en plena transición hasta que el día 25 asuma el Gobierno la que será la primera mujer presidenta del país, Park Geun-hye, el Ejército ha extremado la alerta y se desplegarán de forma preventiva por todo el país misiles con capacidad para alcanzar cualquier punto del territorio norcoreano.
Por su parte, el Consejo de Seguridad de la ONU prevé reunirse a primera hora de la mañana de hoy -hora local- en su sede en Nueva York, en una primera cita de emergencia en la que podrían comenzar a perfilarse las nuevas represalias a tomar contra el régimen de Kim Jong-un.
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, consideró “profundamente desestabilizador” el ensayo nuclear norcoreano al suponer una clara y grave violación de las resoluciones del Consejo de Seguridad” de la ONU.
Este organismo amplió el mes pasado sus sanciones a Corea del Norte por el lanzamiento en diciembre de un cohete de largo alcance, lo que llevó a Pyongyang a anunciar como respuesta el ensayo nuclear llevado a cabo hoy.
Con EFE