La Corte Constitucional ratificó los efectos de la sentencia emitida en septiembre de 2014 que permite que parejas del mismo sexo adopten cuando la solicitud recaiga en el hijo biológico de su compañero o compañera permanente. La comunidad LGBTI recibe con buen ánimo esta decisión, un paso importante en la búsqueda de la adopción conjunta.
Tal como se lo confirmó a este medio Alberto Polo, abogado especialista en adopción, hoy es legal en Colombia que si un integrante de una pareja homosexual tiene un hijo biológico, su compañero/a permanente tendrá todo el derecho a adoptarlo. Así fue como lo ratificó la Sala Plena de la Corte Constitucional después de ocho horas de debate y mucha expectativa a la decisión final que se tomaría.
Todo tipo de debate generó la oportunidad que tenía en sus manos el conjuez José Roberto Herrera para definir si las parejas del mismo sexo podían o no adoptar hijos, pero finalmente la reñida votación 5 a 4 dejó en firme la sentencia expedida el 29 de septiembre de 2014 por el mismo alto tribunal que en su momento favoreció a una pareja de mujeres de Medellín.
De esta manera, la comunidad LGTBI hoy, según la legislación colombiana, tiene dos maneras de adoptar hijos. Una es si se es soltero mayor de 25 años y se cumple con las características y los estudios del ICBF para acceder a la adopción de un menor; el segundo es la adopción consentida que implica el derecho a adoptar al hijo biológico de su pareja.
Así lo confirma Alberto Polo “En Colombia cualquier persona soltera puede adoptar, la ley en ninguna parte dice que prohíbe la adopción por parte de homosexuales y si no está prohibido está permitido”; pero aclara que de momento cuando la adopción se hace por parte de parejas la ley colombiana permite solamente que esas parejas sean heterosexuales.
Así pues la jurisprudencia no cambia para nada. Hoy en el país el concepto de adopción se encuentra en el artículo 61 de la Ley 1098 de 2006 donde se define como “principalmente y por excelencia una medida de protección a través de la cual, bajo la suprema vigilancia del Estado, se establece de manera irrevocable la relación paterno filial entre personas que no la tienen por naturaleza”.
Ante la decisión de la Corte, Confidencial Colombia habló con David Arteaga, de 27 años, de los cuales 10 ha vivido en una “familia diversa”. Cuando tenía 17 su mamá le contó que se había enamorado de una mujer, hecho que en ese momento lo sorprendió pero que con el pasar del tiempo entendió al verla hacerse una mujer cada vez más segura, fuerte y feliz.
“Enfrentarme a mis propios prejuicios, a mis propios miedos frente al tema y encontrarme con una realidad distinta que quizá tenemos incrustada por esta cultura muy conservadora no fue fácil, pero desde ese momento ha sido toda una experiencia para mí, de encontrarme y de encontrar en mi mamá y en el amor que profesan ellas dos, una familia y una cantidad de cosas muy bonitas que han venido pasando desde que ellas se unieron” asegura.
Frente al tema de la adopción, David piensa que “el debate debería avanzar en evaluar con la misma rigurosidad que a las parejas heterosexuales que quieren ser adoptantes las parejas homosexuales que quieran serlo, se debe evaluar un conjunto de condiciones que va más allá del género o la preferencia sexual de las personas”.
David cuenta que a través de la experiencia de su mamá, familiares y amigos a su alrededor han podido entender mejor este tema y se han dado cuenta que una pareja homosexual pasa por exactamente los mismos problemas que una pareja hetero “no creo que haya una diferencia marcada en el hecho de que las familias sean heterosexuales u homoparentales”.
Hoy David se siente afortunado de tener una familia diversa y además más grande que cualquier otra, lleva una relación amorosa tanto con su mamá y su novia, como con su papá y su familia. Acompaña de cerca a su mamá y Adriana, su pareja, en la lucha por los derechos de la comunidad LGTBI y con respecto a la decisión de la Corte Constitucional asegura que ese esfuerzo continuará.
“Yo creo que la comunidad LGBTI va a continuar luchando por sus derechos y esa lucha no para en que la Corte diga que si o diga que no, me parece interesante que se pueda ampliar el debate desde la óptica de que existen casi 5000 niños y niñas en Colombia que pueden llegar a ser adoptados y que por una decisión que está muy cargada de prejuicios y malas convicciones pues se pueden quedar sin hogar”.
Por su parte, la organización Colombia Diversa ha recibido con optimismo esta decisión y así como David, ratifica su decisión de seguir buscando que cada vez más se reconozcan sus derechos en el país.
“El país demostró que está maduro y listo para la igualdad. La Corte consolidó el derecho de adoptar al hijo/a biológico/a del compañero/a permanente para todos los casos. Sin embargo, tiene una deuda con la igualdad plena en su decisión en adopción conjunta. La Corte avanzó un paso pero dejó pendiente otro”, declaró el Director de Colombia Diversa, Mauricio Albarracín.
Ahora la piedra en el zapato para la adopción en Colombia es el referendo que adelanta la Senadora Vivianne Morales que presentó esta semana ante la Registraduría Nacional. De ser exitoso, dejaría por fuera de la opción de adoptar a las personas solas, cerrando la posibilidad de adopción en Colombia unicamente a parejas heterosexuales.
Si la Registraduría acepta la solicitud, la Senadora y ex Fiscal Morales debe recoger cerca de 2 millones de firmas válidas. Aunque el ICBF dice no tener discriminado el número de niños y niñas que son adoptados por parejas, por personas solas y que quedan a cargo del Estado, se presume que la opción de convertirse en padre o madre soltera es creciente, dado el alto porcentaje de personas que viven solas, principalmente en las ciudades grandes.
Por ahora el partido de la U aseguró que llevará el polémico debate al Congreso de la República. “Esa decisión no resuelve nada. Por estas razones el Congreso no puede seguir haciéndole el quite a estas decisiones. El debate debe reabrirse de frente al país, escuchando todos los argumentos de lado y lado”, indicó Roy Barreras, copresidente de la colectividad.
