Manifestantes, diputados de oposición y oficiales de policía se enfrentaron hoy de forma violenta y causaron disturbios en Costa Rica tras una protesta para pedir mejores servicios de salud.
Ciudadanos de poblados alrededor de San José y sindicalistas del sector salud convocaron para hoy una protesta en el corazón de San José, frente a la sede de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), para exigir que se detengan los recortes en servicios de las clínicas de sus comunidades y se aumente el presupuesto.
La protesta transcurría tranquila hasta que la policía intentó desalojar a los manifestantes que ocupaban la principal avenida de la capital y arrestó y golpeó a varias personas.
Los policías antimotines advirtieron con megáfonos a los ciudadanos que debían abrir el paso a las 18.00 hora local (00.00 GMT del viernes), y al no cumplirse el plazo procedieron a dispersarlos, lo que causó una serie de choques violentos.
Imágenes de la televisión local mostraron cómo los agentes golpearon a los ciudadanos en plena calle y la Cruz Roja confirmó que debió atender a varios heridos.
Algunos diputados del opositor Partido Acción Ciudadana (PAC) se encontraban participando en la protesta y denunciaron haber recibido golpes de parte de los policías.
Entre los congresistas agredidos destacaron Carmen Granados y Claudio Monge, que fueron a dar al suelo tras enfrentarse a los policías.
Granados, quien se subió a una patrulla policial y luego fue bajada a la fuerza por los oficiales, declaró a periodistas que la respuesta violenta de las autoridades no tenía ninguna justificación.
Monge, por su parte, explicó que los diputados llegaron al lugar para tratar de interceder y negociar con la Fuerza Pública para liberar a los ciudadanos arrestados y a cambio fueron golpeados.
“Nos trataron como delincuentes. Nos tiraron al suelo y nos patearon. Nos dijeron que para ellos un diputado no es nada”, expresó.
El director de la Fuerza Pública, Juan José Andrade, aseguró en rueda de prensa que los manifestantes mantuvieron cerrada la avenida prácticamente todo el día y que afectaron el desplazamiento de más de 10.000 vehículos que normalmente utilizan esta vía.
Debido al caos vial que reinaba al final del día las autoridades decidieron reabrir la calle, aunque Andrade aseguró que el objetivo nunca fue enfrentarse con los manifestantes, sino simplemente desplazarlos.
Andrade señaló que más de 11 personas fueron detenidas por no acatar las órdenes de la policía y que enfrentarán cargos por desobediencia civil y alteración del orden público.
El ministro costarricense de Seguridad, Mario Zamora, afirmó que finalmente “se ha restaurado el derecho de los ciudadanos al libre tránsito” y lamentó que la protesta lo limitara.
“Hemos tratado de usar de manera razonable y proporcional la fuerza. En total fueron detenidas 36 personas y dos policías resultaron heridos”, añadió.