La calidad de la educación en los países desarrollados está en riesgo a causa de la crisis financiera internacional.
Según el informe anual “Una mirada a la educación 2012”, realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), los recortes de la ayuda pública provocados por la crisis económica representan hoy un mayor riesgo para el acceso a estudios superiores.
Según el secretario general de la Ocde, Ángel Gurría, la falta de fondos públicos obliga a que los privados financien más a la educación por su cuenta pero es un riesgo para los estudiantes que dependen de estos fondos.
“Esos obstáculos pueden también impedir a los países que alcancen sus propios objetivos en materia de incremento del nivel de formación de sus poblaciones”, afirmó Gurría.
Por otro lado, la crisis financiera de los últimos meses de 2008 puso presión para que los gobiernos redujeran su gasto público a causa de los altos niveles de deuda. Esto afectó los salarios de empleados públicos, como los maestros, especialmente en países como Estonia, Hungría e Irlanda.
El problema es que un recorte en la inversión en la academia es contraproducente para garantizar el crecimiento a futuro.
“En la medida en que haya una mejor educación tendrá más incidencia en las perspectivas futuras de crecimiento económico”, explicó Germán Nova, profesor de economía de la Universidad Nacional, quien hizo énfasis en que la innovación es clave para garantizar el crecimiento.
Sin embargo, explica el informe, hasta el 2009 no se había registrado mayores recortes en los presupuestos destinados a la educación por parte de algunas de las economías más grandes.
“Con el sacrificio en el gasto de educación por atender otras prioridades, se sacrifica el futuro del país. Si la educación se frena, redundará en el crecimiento”, dijo Gonzalo Palau, economista de la Universidad del Rosario.
Los países de la Ocde que más invierten recursos en los estudios de sus ciudadanos son Islandia y la República de Corea, los cuales dedicaron más del 8% del PIB a este rubro en 2009, según los datos más recientes que publica la organización.
En promedio, todas las economías desarrolladas destinan 6,2% de PIB en esa inversión, pero hay países que en ese año no superaban el 5%, entre esos, Italia, Hungría y República Checa. Por fuera de países de la Ocde, es de resaltar la inversión en Brasil, la cual aumentó a 5,5% en 2009; más del 50% de lo registrado en la década pasada. En ese año Colombia, que ha manifestado su interés por pertenecer a esa organización, destinó 4,7% de su PIB a la educación, equiparándose con los más bajos de la lista.
“En Colombia, la inversión es casi nula en temas de la educación y depende en su mayoría de factores como el actual entorno nacional, relacionado con el orden público”, dijo Leonardo Cárdenas Barreto, consultor en marketing educativo.
“Este panorama genera unas cifras de inversión en educación bastante pobres y este podría ser un punto en común con la actual situación en Europa”, agregó.
La recesión mundial ha obligado a muchos jóvenes a abandonar sus estudios y sus trabajos. El informe destaca que contar con una formación superior es clave para integrarse de manera más fluida en el mercado laboral.