La tormenta tropical “Isaac” ha dejado hasta ahora en Cuba más de 25.000 evacuados, daños materiales menores, inundaciones en zonas costeras y ríos próximos a desbordarse, y mantiene todavía en vilo a las autoridades y la población de la isla pese a que se aleja hacia Estados Unidos.
Según la dirección del Consejo de Defensa Nacional, reunida en La Habana, no se ha reportado por el momento ninguna víctima por el paso de “Isaac”, que tocó tierra el sábado en la provincia de Guantánamo (extremo este de la isla), y salió al mar cinco horas después por la provincia nororiental de Holguín.
Desde entonces la tormenta se ha dirigido con rumbo noroeste por el mar en paralelo a la costa norte cubana hasta situarse hoy a 115 kilómetros al norte de Varadero, y a 160 kilómetros al nordeste de La Habana, en la mitad occidental del país, según el último informe del Instituto Meteorológico cubano (INSMET), de las 17.00 GMT.
En el boletín, el jefe del Centro de Pronósticos del INSMET, José Rubiera, anunció, entre otras cosas, “lluvias muy fuertes en toda la costa norte de Matanzas”, provincia vecina de La Habana y donde está Varadero.
En ese destino de playa internacional no se han producido evacuaciones aunque los turistas permanecen a resguardo en sus hoteles.
La capital, donde el sábado hubo alguna racha aislada de viento de 76 kilómetros por hora, amaneció hoy con un fuerte oleaje en algunos puntos del malecón que bordea la ciudad y donde permanece cerrado al tráfico de vehículos un tramo de cinco kilómetros “debido a las penetraciones del mar”.
Sin embargo, el temporal no ha provocado por ahora la caída de árboles o postes de electricidad, y la entrada de agua en los barrios ubicados más cerca de la costa, que en 2005 provocó graves daños a causa del huracán “Wilma”, es de momento mínima.
Más compleja es la situación en la provincia nororiental de Olguín, donde según informó hoy la televisión nacional más de 22.000 personas dejaron sus hogares para alojarse con familiares y medio millar permanecen evacuadas en albergues por precaución.
El caudaloso río Sagua de Tánamo ha sufrido allí una crecida de seis metros y 40 centímetros y la situación “es seguida minuciosamente por las autoridades del municipio y de la provincia” por el peligro de desbordamiento, según la Agencia de Información cubana.
También en Holguín ha subido de nivel el Río Grande, lo que ha forzado el traslado de 412 personas a lugares seguros.
Tras cruzar el extremo oriente de Cuba el sábado, “Isaac” arrastró consigo una columna de lluvias y vientos que este domingo se sentían en todo el territorio nacional, aunque a intervalos y con intensidades muy diferentes según el lugar.
Según el INSMET las mayores precipitaciones en las últimas veinticuatro horas se registraron en la mitad oriental de la isla.
Encabezaron las estadísticas Caujerí, con 228,9 milímetros, y Jamal (155,8), ambas en Guantánamo; seguidas de Pinares de Mayarí (147,9), en Holguín; Contramaestre (144,2), en Santiago de Cuba, y Cayo Coco (127,3), en Ciego de Ávila.
Guantánamo fue el primer punto de Cuba afectado por las lluvias torrenciales y el viento huracanado, especialmente la ciudad costera de Baracoa, considerada la villa más antigua del país pues fue fundada en 1511 por Diego Velázquez.
En Baracoa más de 2.000 personas tuvieron que abandonar sus casas debido a las penetraciones del mar, ocurrieron 23 derrumbes de viviendas, 4 de ellos totales, afectaciones a plantaciones de plátanos y frutas, y hubo una interrupción del fluido eléctrico durante ocho horas.
Otros daños, principalmente eléctricos, se produjeron en los municipios de Gibara, Sagua de Tánamo y Rafael Freyre, todos en la faja costera de Holguín.
Las evacuaciones se han repetido en mayor o menor medida en puntos del oriente y el centro cubano como Granma, Camagüey y Ciego de Ávila, aunque muchos de los desplazados fueron turistas locales que interrumpieron antes de tiempo sus vacaciones de verano para regresar a sus hogares desde balnearios costeros.
“Isaac” es la novena tormenta de la actual temporada de ciclones, vigente desde el 1 de junio hasta el 30 de noviembre, y es la primera en impactar sobre Cuba este año, tras azotar a Puerto Rico, República Dominicana y Haití.
A pesar del progresivo alejamiento de la tormenta tropical, el INSMET pronostica que las lluvias torrenciales y los intensos vientos en el país se prolongarán hasta el lunes.