Cuba muestra su patrimonio de Art Deco

El Art Deco o Arte Nuevo, un estilo que marcó la arquitectura, la decoración y el diseño en las primeras décadas del siglo XX, dejó exponentes emblemáticos en Cuba y ahora los muestra en el Congreso Mundial sobre esa herencia cultural.

La elegancia en la ornamentación, el volumen, los trazos lineales, el predominio de la geometría, y el refinamiento, son rasgos distintivos del Art Deco desde que surgió como movimiento en París y alcanzó el punto culminante entre 1925 y 1935, etapa en la que su influencia ganó espacio en la isla, según los especialistas.

Más de 250 arquitectos, historiadores, diseñadores, investigadores y coleccionistas del Art Deco se han reunido estos días en La Habana para intercambiar, recapitular, identificar el patrimonio cubano de este estilo que impactó en diversos ámbitos de la vida y promover su conservación.

Este duodécimo congreso es “una oportunidad para educar” sobre la preservación del patrimonio, señaló Sandra Cohen-Rose, presidenta de la Coalición Internacional de Sociedades Art Deco (Icads), promotora de esta cita a la que asisten delegados de Australia, Estados Unidos, Brasil, Costa Rica, Perú, Colombia y Nueva Zelanda, entre otros países.

“Esperamos interesar a las personas y esparcir el conocimiento sobre el tema, esfuerzos que proseguirán en las próximas citas, por celebrarse en 2015 en Shangai (China) y para el 2017 en Cleveland, Estados Unidos”, indicó la especialista canadiense.

El Art Deco se volcó en el glamour del vestuario, la orfebrería, el mobiliario, la escultura, pintura, y en el diseño gráfico quedó plasmado en anuncios comerciales, ilustraciones, aunque se proyectó con especial fuerza en las construcciones de todo tipo.
El año 1927 se inscribió para Cuba como el punto de partida de las primeras edificaciones del estilo y su aparición en las artes visuales.

En las construcciones, al majestuoso edificio “Bacardí” (1930) de doce plantas, enclavado en una populosa zona del centro histórico de La Habana, se le considera la joya y la mejor muestra de la versión cubana del Art Deco.

Su suntuosa decoración en interiores y exteriores destaca por la riqueza de los materiales empleados, particularmente los mármoles que cubren parte de las paredes del vestíbulo, el granito de los pavimentos, la herrería, vidrios y lámparas.
Dos años después, apareció en el paisaje urbanístico habanero el edificio “López Serrano” que, con sus catorce pisos, en aquel momento fue catalogado como el primer “rascacielos” de Cuba.

Durante un recorrido por edificaciones modelo del Art Deco, la brasileña María Isabel Noroña, bisnieta de Héctor Silva Costa, proyector y constructor del Cristo Redentor de Río de Janeiro, se manifestó “muy impresionada con tanta variedad y estilos de construcciones en La Habana”.

Aunque le parece que el estado físico de las construcciones no es siempre el mejor, consideró que “eso también sucede en Brasil, porque depende del cuidado de las personas por su patrimonio”.

El arquitecto cubano Miguel Coyula confía en que este congreso levante un nivel de “expectativa” y “conciencia” para salvar el Art Deco cubano del “deterioro, la ignorancia y la desidia”.

El 80 por ciento de La Habana se construyó entre 1900 y 1958, explicó a Efe el arquitecto, quien ve en la capital de Cuba “un repertorio (arquitectónico) difícil de igualar” por su eclecticismo y calidad, pero también por “no haberse modificado” y estar “congelado” en el tiempo.

Placas, balcones, frisos, baldosas, la verticalidad de robustos paneles de cemento moldeado armonizan con la funcionalidad, entre otros conceptos aplicados a la arquitectura de una época que quedó plasmada en viviendas, tiendas, librerías como “La Moderna Poesía”, los teatros “Fausto”, “América” y el cine “Arenal”, además de algunos templos y casas de vivienda.

El representante internacional de la Icads, el estadounidense Geo Darder, dijo a Efe que se ha cumplido el objetivo de reconocer “el patrimonio increíble que tiene Cuba, de gran valor histórico”, tras visitar la casa de Olimpia Sigarroa, que según el especialista es un ejemplo “impresionante” de Art Deco.

Para la puertorriqueña Memé Ferré, los cubanos “tienen la suerte de que hay muchísimo trabajo aquí en el futuro y los propietarios de casas de este estilo pueden tener el orgullo de poseer algo especial y único”.

Con EFE