Con una extensa declaración a la opinión pública el comité de impulso de los Encuentros Regionales para la Paz concluyeron la primera fase de estos en la ciudad de Tame, Arauca.
“Quibdó, Puerto Asís, Sincelejo, Florencia, Granada, Popayán, Barrancabermeja, Chaparral, Tumaco, Tibú, Apartadó y ahora Tame…” fueron las ciudades en las que se llevaron a cabo los encuentros que tuvieron como propósitos “…propiciar un diálogo social entre lo que se discute en la mesa de La Habana y lo que sucede y se construye en las regiones colombianas, así como reconocer las potencialidades, actores y agendas territoriales, para hacer las transformaciones que necesita el país en su conjunto”.
Los encuentros que contaron con la participación de la Red Prodepaz, la Ruta Pacífica de las Mujeres, las Red de Iniciativas y Comunidades de Paz desde la Base y Pensamiento y Acción Social, con el apoyo de las embajadas de Suecia, Suiza, Noruega y la Oficina del Alto Comisionado para la Paz.
Continúa la declaración afirmando que “entendemos la paz territorial como un proceso democrático por medio del cual se logra articular intereses, expectativas y agendas alrededor de una visión compartida de futuro, con la participación del conjunto de actores y organizaciones que tienen asiento y presencia en los territorios, y en el marco de un diálogo entre si, con la nación y con la comunidad internacional”.
Ello implica una labor de reingeniería social, política y económica que transforme profundamente la vida de las personas que habitan Colombia. El comité de impulso también puntualiza que el ejercicio de negociación está incompleto sin que existan diálogos con la guerrilla del ELN.
Esta declaración es el cierre oficial de la primera fase de los Encuentros Regionales para la Paz y sienta el primer paso para las ulteriores formas de participación regional y civil en la construcción de la paz desde el territorio.