Humberto De la Calle, jefe negociador del Gobierno en el proceso de paz que se adelanta en La Habana, Cuba, reconoció el acto de perdón de las Farc y la intención de reparar de manera concreta a las víctimas de la masacre de Bojayá en el departamento del Chocó.
Las víctimas de Bojayá viajaron a la isla para encontrarse con la delegación de las Farc. En este encuentro el grupo insurgente pidió perdón a las víctimas de 79 personas que perdieron la vida cuando el Frente José María Córdoba lanzó un cilindro bomba en la iglesia en donde gran parte de la comunidad de este municipio se refugiaba.
De la Calle manifestó que “el reconocimiento de responsabilidad es la esencia de nuestro desafío para alcanzar la máxima satisfacción de sus derechos y para avanzar hacia la terminación del conflicto”.
Asimismo, señaló que el gesto de esta guerrilla tiene un “enorme significado”, pues ocurre en medio de los diálogos de paz en donde se discute el “desescalamiento del conflicto y precisamente al término de las cinco visitas de víctimas a la isla”.
De esta forma tambien se ve por parte de las Farc “un efecto práctico de la aplicación de los diez principios que acordamos para desarrollar el punto relativo a las Víctimas en la Agenda de las conversaciones. En particular, los dos primeros principios sobre reconocimiento y reparación”, expresó el Jefe negociador del Gobierno.
Por otro lado, Humberto de la Calle también, señaló que el Gobierno en varias oportunidades como el 25 de julio del 2013 en una audiencia pública convocada por la Corte Constitucional, el presidente Juan Manuel Santos ha reconocido su responsabilidad “en algunos casos por omisión, en otros casos por acción directa de algunos agentes del Estado, de graves violaciones a los derechos humanos e infracciones al DIH ocurridas a lo largo de estos 50 años de conflicto armado interno”.
Finalmente, De la Calle lamentó la muerte de cinco militares que cayeron en combates con las Farc en la zona rural de Santader de Quilichao y envió un mensaje de condolencia a los familiares y miembros de la Fuerza Pública. Igualmente reiteró que “la razón de ser de la Mesa de Conversaciones es el fin de la guerra. Como ha dicho el Presidente Santos, el corazón del proceso son las víctimas. Las que ya han sufrido pero también las que tenemos el deber moral de evita”.