La batalla judicial entre Shakira y su expareja, Antonio de la Rúa, comienza a llegar a su fin. Después de que el sobrino del expresidente argentino Fernando de la Rúa demandara a la cantante en enero de 2013 con el único objetivo de que la colombiana le indemnizase por haberla ayudado y apoyado durante su exitosa carrera musical en los más de once años que duró su romance, ahora un juez acaba con sus planes.
La demanda, que fue interpuesta en la Corte de Nueva York, ponía en evidencia cuáles eran las pretensiones económicas del que fuera exrepresentante de la Shakira ya que exigía que se le embargasen a la artista las cuentas que tenía en el banco Safra de Ginebra con el fin de evitar que envíe dinero a otras cuentas. “La Sra. Mebarak ha mostrado una clara intención de tomar todas las medidas necesarias para impedir que tome posesión de los bienes que son legítimamente míos”, aseguró de la Rúa ante el juez cuando ejerció su derecho de reclamar parte del beneficio que la artista generó en los años en los que él fue su representante.
Ahora, un año después, la justicia suiza asegura que los contratos verbales que según de la Rúa tuvieron cuando eran pareja no tienen ningún tipo de validez legal. Además, y según apunta la prensa colombiana, de la Rúa y Shakira habrían firmado antes de poner fin a su relación en enero de 2011 una serie de contratos prenupciales en el que se manifestaba su deseo de conservar por separado las ganancias presentes y futuras que ambos podrían generar mientras durara su unión. Por tanto, esta penúltima baza se evapora al no poder demostrar que de la Rúa es titular de las cuentas sobre las que solicitó un embargo.
A pesar de que el empresario puede apelar la decisión, todo parece indicar que no tiene intención de hacerlo ya que incrementaría aún más el dispendio que la cantante ha hecho en su defensa y que tendrán que ser costados por él.
Esta no es la única petición en firme que ha hecho Antonio de la Rúa. Ya en abril de 2013 solicitó a Shakira una indemnización de 100 millones de dólares y varias propiedades como contraprestación a su dedicación infinita a su carrera musical.
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