La pobreza y la muerte de tres de sus hermanos, uno de ellos desmovilizado de las Farc y otro pandillero, llevaron al hoy campeón mundial supergallo de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), Jonathan Romero, a formar parte del mundo del hampa para poder sobrevivir.
Conocido como ‘Momo’, hijo de un policía pensionado y de una ama de casa, Romero decidió un día tomarse la justicia por sus manos, cuando perdió a un tercer hermano, quien era su consejero y amigo.
“Felipe era cristiano y lo mataron por equivocación, y yo quería cobrar venganza, pero Dios, mi familia y algunos amigos me ayudaron para no hacer nada”, aseguró el campeón mundial de boxeo número 42 que tiene Colombia en su historia.
Desde su niñez, donde vivió en el barrio El Retiro de la ciudad de Cali, Jonathan sorteó momentos difíciles, especialmente por la situación económica de su familia, compuesta por sus padres y siete hermanos, quienes durante mucho tiempo pasaron hambre, reconoció.
Esta situación motivó a varios de los hermanos a tomar caminos difíciles. En el caso de Jonathan, se integró en una pandilla, andaba armado y robaba, pero siempre jugó al fútbol y practicó boxeo, actividad esta última hoy le ha convertido en una estrella.
Luego llegó la muerte de sus hermanos, uno de ellos exguerrillero de las Farc y otro integrante de una de las peligrosas pandillas de Cali. “Dios me dio fortaleza para superar lo de mi hermano Felipe (el último de los tres hermanos muertos) y por eso decidí cambiar el mal camino para dedicarme a ser campeón mundial, sueño que se ha cumplido”, comentó Romero desde México, donde obtuvo el título.
‘Momo’, que regresará hoy a Colombia ya como un héroe nacional, ha pedido ahora ayuda al Gobierno para que su madre pueda tener una vivienda digna y también para que los jóvenes del barrio de El Retiro tengan espacios deportivos como alternativa a la violencia, según reclamó.
Con 26 años, 1,73 metros de estatura y 60 kilos de peso, Romero disfruta ahora de un triunfo que no le hace olvidar su pasado.
El boxeador, que fue campeón latinoamericano y representó a Colombia en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, conquistó el título mundial en una pelea con el mexicano Alejandro López en la madrugada del domingo.
Jonathan Romero, según relató hoy, encontró en una iglesia cristina no católica la esperanza y un nuevo rumbo en su vida.
Con EFE.