“Definitivamente no es el fin de la fotografía”: Weski

Curador de más de ochenta exposiciones artísticas sobre fotografía, Thomas Weski se ha posicionado como uno de los curadores más preeminentes de arte contemporáneo. Este alemán recordado por haber estado a cargo de Cruel & Tender, la primera gran exposición de fotografía en el Tate Modern, participó en la más reciente versión de Fotográfica Bogotá y habló con Confidencial Colombia sobre del papel de la fotografía en el siglo XXI.

Confidencial Colombia: Actualmente los museos están presionados a tener exposiciones con muchos visitantes ¿Cómo afecta esto su trabajo como curador?

Thomas Weski: La presión para producir exposiciones con altos números de visitantes conduce al efecto de que puedan ser elegidos sólo los artistas cuyas obras garantizan un acceso fácil y formulan ideas populares. Tomar riesgos, cruzar las fronteras, tratar con lo desconocido, explorar nuevas formas de expresión, podría plantear más preguntas que respuestas, por ello se ignoran y por lo tanto gobierna la corriente principal en estos días. Por otro lado entiendo la presión también como un desafío a hacer exposiciones que combinan calidad y popularidad.

C.C: Alguien que ha curado tantas exposiciones importantes, que conoce a muchos artistas a nivel personal ¿disfruta todavía de hacer ese tipo de trabajo?

T.W: Absolutamente. Si este no fuera el caso, el trabajo sería sólo un 9 a 5. Mis Latidos cardíacos todavía suben cuando estoy entrando estudios y exposiciones de artistas cuyo trabajo valoro y que ayudan a hacer frente a la mayor parte del trabajo, las tareas administrativas sin fin.

C.C: ¿En qué tipos de trabajos contemporáneos está interesado en este momento y por qué?

T.W: Como especialista en fotografía estoy interesado en saber cómo una generación más joven está tratando con el proceso digital y cómo eso cambia nuestra comprensión de la fotografía y nuestro acceso a la realidad.

C.C: ¿Es posible ver la fotografía en base a unas características nacionales? ¿Está aún esta práctica vinculada con las convenciones tradicionales de fotografía?

T.W: Bueno, sin duda hay tradiciones nacionales que producen convenciones fotográficas.

En Alemania hay una larga tradición de la fotografía documental de regreso de la República de Weimar en la década de 1920, cuyos practicantes luego fueron perseguidos y condenados por los nacionalsocialistas. Este tipo de fotografía tuvo una reaparición con un retraso de varias décadas a finales de los años 70 con la obra de Bernd y Hilla Becher. Las obras de sus alumnos – Thomas Struth, Thomas Ruff, Andreas Gursky – dominan la comprensión de la fotografía como arte por un público más amplio.

Yo diría que el acceso fotográfico a la realidad ha cambiado y que no es el estilo predominante nacional – todo se hizo bastante internacional últimamente, probablemente también debido a la Internet, y eso es bueno.

C.C: En la actualidad, la fotografía es más popular y ampliamente utilizada que nunca. ¿Se puede decir que el medio ha llegado a su fin?

T.W: Mi sensación es que cada generación en el siglo pasado tuvo esta misma sensación cuando la fotografía se volvió técnicamente más fácil de dominar y la cantidad de fotografos creció constantemente. Yo diría, que otra fase en la historia del medio se ha iniciado, pero definitivamente no es el fin de la fotografía – a pesar de que no podríamos llamar a la próxima tecnología de grabación del mundo visible fotografía.

C.C: ¿Hay muchas fotografías hoy en día? ¿Cómo se puede dominar el aluvión de imágenes en línea? ¿Hay una manera de lidiar con ella?

T.W: Para mi gusto y sin duda hay demasiadas imágenes. Por un lado, la tecnología digital y la distribución de imágenes en las redes sociales ha estereotipado el lenguaje visual – cada selfie se ve compositivamente igual. Por otro lado, una especie de competencia visual (estética, composición, etc.) ha ido creciendo, lo que me parece interesante como resultado de este fenómeno de masas.

C.C: ¿Sigue teniendo influencia la fotografía impresa?

T.W: Yo sí creo en la impresión real, ya que su presencia física me hace sentir sensaciones diferentes (vs fotografía digital), a veces incluso una reacción física, de conectarme a mí mismo como un espectador con una obra de arte.

C.C: ¿Cuál es el futuro de la fotografía?

T.W: Si lo supiera…

C.C: ¿Cuál es el futuro de la fotografía como un arte? ¿Podemos hablar de una especie de híbrido con otras artes plásticas?

T.W: Hmm, no entiendo lo que quieres decir con “artes plásticas”, porque la fotografía es bidimensional. Pero es interesante que hacer una escultura y hacer una fotografía tiene similitudes en la toma de distancia del motivo con el fin de llegar a su esencia; mientras que por el contrario, en la realización de una imagen en forma digital el resultado final es una acumulación de muchas capas, tal y como se practica en la pintura.

C.C: ¿La fotografía se ha desarrolló aún más con cada nueva generación de artistas?

T.W: Si, por supuesto. También estoy seguro, de que la tecnología podría cambiar, pero que es más importante la actitud con la que se utiliza el medio para la formulación de una visión subjetiva en el mundo. Y como la realidad delante de la lente está cambiando continuamente, aún queda mucho trabajo por hacer.