Del quirófano al Congreso

En el Partido de la U hay un candidato que alterna sus días entre cirugías plásticas y volanteo en las calles. Vea de quien se trata.

El doctor, Alfonso Lemaítre Soleiman, es uno de los cirujanos plásticos más reconocidos de América Latina. Sus servicios son solicitados con apremio en Bogotá, Cali, e incluso viaja cada tres meses a Brasil para operar.

Durante siete años hizo parte del Cuerpo Clínico del Hospital General de la Santa Casa de Misericordia de Rio de Janeiro, en el área de cirugía estética y reconstructiva. A su regreso a Colombia –luego de separase de su esposa en Rio- empezó a operar en varios centros hospitalarios y tuvo la suerte de que su trabajo se difundió voz a voz al punto de que ahora tiene buena clientela dentro y fuera del país.

Lejos de hacer un esbozo y sin apelar al aplauso de este medio por este individuo, surge la incógnita de qué pudo hacer que un cirujano adinerado y con reconocimiento internacional decidiera lanzarse al salvaje mundo de la política en Colombia.

“Pues siempre estuve muy ligado en la cuestión social en relación de la medicina. A pesar de que estoy en la zona cómoda de la profesión, porque a la parte estética casi no la toca la crisis en la salud, en el área reconstructiva volví a ver el día a día de la salud en este país”, dijo Soleiman.

El cirujano hizo parte desde el inicio de la reforma a la salud e indicó que para traer cambios positivos en el tema, es necesario que se haga a la luz de la medicina pues “los médicos son los que saben del tema” y que mejor, según él, que un médico “preocupado” desde el Congreso.

En efecto, Lemaítre se lanza al Senado por el Partido de la U y le apunta a generar iniciativas en el área de la salud en Colombia. Anotó que es el único del partido que se mueve por esas ramas.

Sus pilares: acabar con el sistema POS y no POS, cobertura integral a las mujeres y niños víctimas de violencia intrafamiliar, mejoría del transporte de pacientes en zonas de difícil acceso, bajarle el costo a los medicamentos y garantizar el bienestar laboral de los profesionales de la salud.

Si bien su posición vislumbra una zona de confort de la que no cualquiera le gustaría salir, de hecho, aseguró a este medio que hay días en que no sabe si la decisión de la doble vida que escogió adoptar fue la correcta. En todo caso, se mostró optimista por hacer eco en el Congreso.

“Se demostró que muchos políticos tienen serios intereses en la salud. Son socios de EPS, eso me molesta. Por eso decidí meterme en la política, por la dignidad de quien atiende como de quien es atendido.”, precisó.

Respecto al gran tema del asunto, la ley 100, esgrimió que ésta tiene sólo dos objetivos, “Uno de ellos se cumplió: Se consiguió incluir a todo el mundo en la salud, mal o bien a uno lo atienden. Pero mejorar precisamente el sistema colombiano no se logró llevar a cabo”.

Lemaítre es partidario de eliminar a las Entidades Prestadores de Salud (EPS), por medio de un esquema que poco a poco vaya sustituyendo al mancomunado de esas entidades por control absoluto del Ministerio de Salud.

“La ley 100 se basó en la buena fe. Si se dejan los recursos públicos bajo ese sentimiento se los terminan robando. Eslavizaron y sometieron a todos los profesionales de la salud. Las EPS llegaron a controlar absolutamente todo bajo sus condiciones (…) son empresa, imperios que ya no se fijan en el cuidado de los pacientes sino que están pendientes de la plata”, aseveró.

Su candidatura propone a que a través de la voluntad política se logre embudar a las maquinarias de la salud y ventilar la profunda crisis por la que atraviesa el país.