Tuvo que llegar hasta el corazón del Catatumbo una comisión de garantes para que se le abriera camino a la solución de la grave situación que por casi dos meses ha vivido la zona desde que comenzó al movilización campesina.
El nivel de los personajes que llegaron hoy a La Aduana, Tibú, representa el grado de delicadeza que ha significado este paro campesino para la gobernabilidad del presidente Santos y el mensaje que envió a la mesa de de La Habana. El Vicepresidente de la República, el Presidente del Congreso, un ex presidente, Naciones Unidas, y representantes de organizaciones sociales, empeñaron su palabra a nombre del gobierno, para que se reanude el diálogo.
Los voceros de la protesta campesina del Catatumbo insisten en que en la Zona de Reserva Campesina debe ser instaurada de la región y sobre ese punto insistirán ante la comisión que envíe el presidente a partir del lunes a la mesa de diálogo. César Jerez, vocero de la Asociación Nacional de Zonas de Reserva Campesina (Anzorc), sostuvo que “el Gobierno debe cumplir la ley”.
El vicepresidente Angelino Garzón al tomar su lugar como la voz del Estado, dijo que los líderes de los campesinos no son guerrilleros, que no se les puede negar el derecho a la protesta y tampoco se les debe descalificar. Garzón se mostró conciliador y generoso con los manifestantes en un discurso que claramente pretende tender lazos de confianza para la etapa que se avecina.
Como muestra de buena fe, la vocera de la protesta campesina en el Catatumbo, Olga Quintero, confirmó que desde este sábado 3 de agosto despejarán la vía entre Cúcuta y Tibú.
El Presidente de la República Juan Manuel Santos, envió un mensaje al Catatumbo, en el que dijo estar dispuesto a que allí funcione un laboratorio de paz y de acuerdo con el senador Juan Fernando Cristo, el Catatumbo será una de las regiones con prioridades sociales para el Estado.
A pesar de las buenas noticias que representa para los habitantes de la zona ante el desbloqueo de las vías, la llegada de alimentos y la normalización de la economía, lo cierto es que no está asegurado que las vías de hecho no vuelvan a ser el camino. Los campesinos han dicho que si el 19 de Agosto no hay acuerdos, volverán a tomarse las carreteras.
El presidente Santos siente que ganó la partida ante la presión ejercida por la movilización. Días antes fue enfático en recordar que no aceptaría ningún diálogo si continuaban las acciones radicales de los campesinos. “Eso no lo acepta el Gobierno colombiano, no acepto ningún tipo de condicionamiento para la apertura de los diálogos” declaró el mandatario desde la última sesión de rendición de cuentas.
Hoy, con el levantamiento del paro, comienza la etapa de la verdad, en la que se conocerá la sensatez de las partes para lograr un acuerdo que le sirva a la región y que sirva de base sólida para evitar posteriores protestas de la misma naturaleza que se vienen preparando en distintas zonas del país.