Desde el ascenso de Trump se han envalentonado los grupos supremacistas

En los Estados Unidos se ha venido evidenciando una problemática acerca de la supremacía de la raza blanca, que con la llegada de Donald Trump al poder, ha tomado bastante fuerza.

Los hechos ocurridos en Charlottesville, Virginia, son apenas una vasta muestra de que el racismo –que muchos creían había menguado- ha tomado un nuevo impulso.

En la tarde del sábado, miembros de grupos de supremacía blanca como el Ku klux klan, Alt-Rights y neonazis se congregaron para protestar contra la propuesta que pide remover la estatua del general Robert E. Lee y terminaron enfrentándose con grupos antifascistas.

Robert E. Lee era un bastión del ejército de los estados del sur que luchaban a favor de mantener la esclavitud contra los estados del norte, conocidos como abolicionistas en la Guerra de Sucesión en 1861. Lee a quien se le conoce como ‘El salvador del sur’ es símbolo de segregación y racismo para grupos antifascistas.

Lo más grave de los incidentes, donde murieron 3 personas, una arrollada y hubo al menos 19 heridos, fueron las tibias declaraciones de Donald Trump.


“Condenamos en los más fuertes términos posibles este flagrante despliegue de odio, fanatismo y violencia de muchos lados”, dijo Trump el sábado absteniéndose de señalar los grupos racistas.

Este lunes tuvo que rectificar dichas declaraciones y añadió: “El racismo es maldad, y aquellos que causan violencia en su nombre son criminales y maleantes, incluidos los del KKK neonazis, supremacistas blancos y otros grupos de odio que son repugnantes”.

En el documental ‘Sembrando odio’ realizado por el periodista, Jorge Ramos, atacado por Trump en reiteradas ocasiones, se demuestra cómo el efecto de Trump ha despertado el racismo y la barbarie en los Estados Unidos.