El precio del barril de Brent ha tocado esta mañana sus mínimos de más de 11 años, castigado por una oferta que sigue aumentando y que probablemente supere de nuevo el crecimiento de la demanda el año que viene. En concreto, el barril de referencia en Europa ha llegado a caer alrededor de un 2%, con un mínimo de 36,05 dólares, su nivel más bajo desde julio de 2004.
La producción de petróleo sigue cerca de máximos históricos a la espera de que entren en el mercado barriles “frescos” de Irán, EEUU y Libia, por lo que el precio sigue camino de sufrir su peor caída en porcentaje en los últimos siete años.
Mientras los consumidores han disfrutado de unos precios del combustible menores, los productores han reducido sus inversiones y recortado miles de empleos, mientras que las naciones exportadoras sufren con el desplome de sus ingresos.
En lo que va de diciembre, los futuros del Brent han caído más de un 18,5%, su mayor desplome mensual desde el hundimiento de Lehman Brothers en octubre de 2008. Mientras, el barril West Texas, referencia en EEUU, ha caído hasta los 34,4 dólares hoy, mínimos desde 2009.
“Realmente no me gustaría estar en la situación de un exportador de petróleo de cara a 2016. No parece precisamente que haya luz al final del túnel a corto plazo”, explica Ole Hansen, gestor senior de Saxo Bank. “Cada dólar que cae, trae más estrés al sistema”.
El precio del petróleo se ha reducido a la mitad en el último año, destrozando las finanzas de países como Nigeria o Venezuela, que están sufriendo grandes recesiones y crisis económicas no vistas en años. Incluso los ricos petro-Estados del Golfo están sintiendo el golpe. La semana pasada, Arabia Saudí, Kuwait y Bahrein tuvieron que subir los tipos de interés para intentar proteger sus divisas.
Morgan Stanley apunta a que “la esperanza de un reequilibrio (en el mercado de petróleo) sigue sufriendo serios reveses”, añadiendo que la producción de EEUU “está siendo más resistente de lo que la mayoría de modelos preveían”.
Además, el petróleo estadounidense se añadirá a los mercados globales después de que la semana pasada se decidiera levantar la restricción a las exportaciones que llevaba en vigor 40 años. Mientras, Rusia está produciendo a niveles no vistos desde el colapso de la URSS, y el cártel de la OPEP también está rompiendo sus propios récors.
Mientras, Irán añadirá su producción el año que viene cuando finalices las sanciones internacionales, mientras que Libia podría incrementar sus exportaciones gracias a un acuerdo de paz.