¡Dictadura ya!

Como dicen los franceses: “trop c´est trop” o sea, “¡demasiado es demasiado!” Las cosas en este país están cada vez más delicadas en todas las materias, empezando por la entrega de la seguridad en los diálogos con las Farc, y seguramente con los curitas terroristas del ELN. Más católico es el demonio mismo, o sea Germán Vargas Lleras, viviendista con la plata de uno.

Ya es hora de que retomemos el poder que nos atracó Juan Manuel Santos y que ha puesto a Colombia en el fondo del abismo. La divina guerra casi que no funciona y solo vemos a las Farc campeando por todo el territorio; en la economía cada vez se le ponen más trabas al capital para que cumpla su labor de acumulación; y en lo social hasta los bichos de Asonal Judicial se dan el lujo de parar la justicia (como si no la hubiéramos detenido hace rato a punta de impunidad).

Estamos desgobernados por el ateísmo Petro-Santista. Cómo estarán de chuecas las vainas que el Santos (que no entiende de estrategias) hasta se le ha dado por perseguir a la gloriosa segunda generación de autodefensas, que garantizan las libertades democráticas, la inversión y demás. No le falta sino que agreda a la minería multinacional, para completar el cuadro de bellaquerías reformistas y entregarle el país al comunismo.

La cosa es fácil para llegar de inmediato a la consolidación de los tres huevitos. Se unen los generales de Acore con los activos, el Puro Centro Democrático con lo que nos queda de la U, y nosotros los marianos y conservadores que apoyamos el asunto. Le damos un golpe militar al Santos y en cadena nacional obligatoria de todas las emisoras y canales, anunciamos la victoria en La Hora de la Verdad, co-dirigida por su eminencia y Luis Carlos Vélez.

Y el mismo día del golpe de Estado, por aclamación en el Club el Nogal, se pondrá a la cabeza de la nación de nuevo Álvaro Uribe Vélez, quien nunca ha dejado de ser comandante supremo de todas las fuerzas.

De inmediato en vuelo chárter si es del caso, extraditamos a Santos y todos sus cómplices a Yemen., incluido Petro. Cerramos toda la prensa malsana que pueda hacernos oposición incluido este web pasquín donde escribo, y Semana, El Tiempo, Todelar y demás.

Acto seguido vendrá la depuración de todo. Cierre de las Cortes, constitución de una parlamento unicameral con cabida de todos los perseguidos por la falacia de la para política, abolición permanente de la alcaldía de Bogotá que pasará a ser una dependencia de la Procuraduría y en ese sentido, elevación de Alejandro Ordóñez a cardenal primado y censor general de la nación.

Construiremos en tiempo record 346 cárceles para albergar a medio país que vamos a encanar y máximo en un mes arrasaremos a las FARC y el ELN, a todas sus bases, incluidos Polos y Marchas y Progresistas. Los que queden estrenarán los nuevos ferrocarriles nacionales, con verdaderas locomotoras del progreso, en cuyos trenes serán enviados a campos de concentración… Ya saben…

¡Ya no más! ¿Decisiones totalitarias quieren? ¡Pues las tendrán! ¡Bala señores!

Pero lo bueno, lo verdaderamente benéfico, vendrá en las semanas subsiguientes

Detallo el plan punto por punto:

Caducidad de la abominable Constitución del 91, restauración de la del 86 y trabajos forzados para Navarro y Serpa.

Nueva edad para pensionarse: 82 años en los hombres y 80 para las mujeres.

Cierre de 48 hospitales públicos y creación de 4367 EPS. Aprobación de la ley “200” para la salud. El doble de la misma medicina.

Condena pre pagada para todos los de la Mane y privatización de todas las universidades públicas. Lo de las escuelas y colegios, lo dejamos para despuesito.

Venta inmediata de Ecopetrol a Pacific Rubiales.

Eliminación de de 356.000 empleos públicos empezando por los maestros terroristas.

Cierre de todo el sistema judicial y creación de uniformes tribunales castrenses.

Ingreso a la Fuerza Pública de 3.500.000 jóvenes patriotas.

Aumento del IVA al 45% y el del corrientazo al 50%.

Aumento de la rentabilidad de las empresas privadas de servicios (las públicas que queda, serán subastadas).

Aumento del precio de la gasolina en un 400% para obligar a la necesaria alza del costo de la vida que redundará en solidez inversionista.

Desaparición del concepto de pensiones por ser un desangre del estado “derrochón”.

Invasión de Venezuela por la Guajira, Cúcuta y Arauca y posterior derrocamiento de Chávez.

Pedido de electrificación de Mancuso.

Bombardeo sobre el Palacio de Carondelet en Quito, donde habita el monstruo Correa.

Consolidación de los caminos vecinales para el ejercicio exportador e importador del TLC en mulas o en finos caballos de paso. Andrés Uriel: ¡adelante!

Erradicación del diccionario y de la memoria nacional de la palabra víctima.

Suspensión indefinida de elecciones. Solo el Primer mandatario podrá hacer política.

Guerra al narcotráfico para que pueda haber narcotráfico.

Refundación del DAS y de los derechos humanos.

Detenciones masivas, redes de informantes, Convivir y otras necesidades, a la orden del día.

Lubricación obligatoria de maquinarias y burocracia con aceite de palma africana.

Implantación de la nutrición a base de suero costeño “Fedegán”.

Suspensión definitiva de la ciudadanía a indígenas, mestizos hasta 50% de ADN no blanco, mulatos y cuarterones.

Explotación intensiva de minerales en la Amazonía y la Orinoquía e instalación de canteras y cementeras en los páramos
Sujeción del Dane a la nueva oficina de control de información.

Promulgación del nuevo desempleo de un 1% gracias a la inserción en la tabla de la mendicidad como puesto laboral.

Visa para todos los migrantes internos, mal llamados desplazados.

Reubicación de todos los poderes centrales en la ciudad de Medellín.

Desconocimiento de la elección de alcaldes y gobernadores y subsecuente nombramiento de nuevos mandatarios locales… digitalmente.

Agro ingreso seguro por decreto para todas las reinas de belleza y sus consortes.

Desaparición de todas las organizaciones culturales públicas y privadas, por subversión.

Cierre general de ONGS.

Y para implementar y consolidar el nuevo gobierno, tenemos una lista de probos políticos cercanos, entre los cuales se repartirán los altos cargos del Estado. Son ellos en su gran mayoría alfiles fundamentales del uribismo, buenos muchachos y muchachas que por la conspiración subversiva de la justicia han sido juzgados y no pocas veces condenados por la incierta parapolítica y otras nimias contradicciones y contravenciones, aprovechadas por la oposición.

Son ellos: Mario Uribe, Miguel de la Espriella, Miguel, Manuel y Guido Nule, José Miguel Narváez, Eleonora Pineda, Andrés Felipe Arias, Jorge Noguera, Jorge Luís Caballero, Rocío Arias, Luis Carlos Restrepo, Muriel Benitorevollo, La Gasta, Eric Morris, Alfonso Campo Escobar, Trino Luna, Dieb Maloof, Jairo Merlano, Álvaro Araujo, Álvaro García, Luís Eduardo Vives, Juan Manuel López, William Montes, Karelly Lara. Reginaldo Montes, Jorge Luís Caballero, Vicente Blel, Luís Humberto Gómez, Luís Alberto Gil, Alfredo Cuello Baute, Álvaro Morón Cuello, Gonzalo García Angarita, Miguel Pinedo, Julio Manzur, Zulema Jattin, Habib Merghb, Luís Alfredo Ramos, Piedad Zuccardi, Salomón Nader….

Y centenares, miles de honestos políticos y ciudadanos del Puro Centro Democrático, dispuestos a dar la gran batalla por la restitución del orden y la refundación de la patria.