¿Discriminación por Facebook?

Andrés de la Cuadra, joven activista LGBT en Bogotá, denunció ser discriminado por parte de uno de sus jefes a causa de una foto que publicó en su cuenta personal de la red social. Su historia ha generado gran indignación entre la comunidad en general. El joven funcionario ha radicado un derecho de petición en el que espera obtener respuestas claras sobre los hechos.

Andrés de La Cuadra, lleva más de dos años siendo parte de Unidad para las Víctimas a través del Instituto Interamericano de Derechos Humanos, en donde ha apoyado desde el mes de septiembre del año 2014 hasta la fecha, más de 15 encuentros de mesas de víctimas como operador logístico y relator, y 9 talleres del diplomado PARTICIPAZ, la ruta de los derechos, como tallerista de los enfoques diferenciales de mujeres y personas LGBTI. Según él, su preferencia sexual en el ámbito laboral siempre se ha tratado con claridad y por eso afirma estar sorprendido por los señalamientos hechos por uno de sus jefes, en relación con esta foto que de la Cuadra publicó en su perfil personal.

La foto que no fue censurada por la red social, la cual se ha vuelto muy estricta respecto a este tipo de publicaciones, sí generó malestar entre su jefe al punto que para Andrés el tema evidencia que hay un señalamiento que va más allá de lo laboral y refleja es un malestar personal.

De la Cuadra radicó un derecho de petición el que manifiesta que “el pasado lunes 13 de junio del 2016 a las 8:04 pm, Pedro Raúl Medina, funcionario de la subdirección de
participación de la Unidad para las Víctimas, me escribió unos mensajes en Whatsapp increpándome sobre una foto publicada en mi perfil de Facebook en la cual parte de mi cuerpo está expuesto”.

Para Andrés esta conducta podría calificarse como discriminación y asegura que esta es la cuna de la violencia. “Terminamos agrediendo a otras personas porque comenzamos discriminándolas”.

Andrés nos compartió su conversación con el funcionario, en la que se evidencia la molestia por la publicación:

“Te cuento que tu foto desnudo (en Facebook), fue tema de conversación hoy en la oficina”. Me escribió quien es uno de mis jefes en una entidad pública para la que trabajo con respecto a un retrato artístico semi desnudo que publiqué en mi perfil de Facebook el pasado domingo 12 de junio.

“¿Por qué, qué dijeron?”. Le pregunté yo.

Acto seguido me llamó a mi celular y me dijo: “Andrés, considero que una persona que publica fotos desnudo en sus redes sociales es una persona que se resta seriedad profesional y le resta seriedad al proceso (proceso de formación en participación e incidencia política con víctimas del conflicto armado colombiano)”.

“¿Tú me estás hablando en serio?”, pregunté muy sorprendido.

Me respondió: “Sí, claro Andrés, es que ¿tú crees que una víctima te va a tomar en serio en un evento (jornada de trabajo con ellas) después de verte desnudo en una red social? ¡Por favor Andrés!

Dije, aún más sorprendido y ya medio encendido por la indignación: “¿Tú me estás diciendo que mientras este país se está viniendo a la mierda, mientras nos matamos unos con otros, un tema de conversación de oficina es lo que hacen con sus Facebook y sus vidas privadas quienes trabajan con ustedes? No lo puedo creer”.

Me respondió: “Andrés, tienes que ser consciente de que estas representando una entidad pública y como tal debes tener unos parámetros de comportamiento y cuidar la imagen que muestras”.

Respondí: “No me parece, no estoy de acuerdo, a mí que me evalúen en mi trabajo por eso, por mi trabajo, no por lo que hago en mis redes sociales que son mi vida íntima”.

El finalizó con: “Pensé que abrirías un poco más tu mente y entenderías que hay otras formas de pensar y te darías cuenta de que hay personas que no ven tan normal lo que haces”.

De acuerdo con Andrés, tras la llamada ha estado con un “revolcón de sentimientos y emociones; triste, muy triste, indignado, decepcionado y muy molesto. Me cuesta trabajo creer que en pleno 2016, mientras los muertos por prejuicios en Colombia son el pan de cada día, una persona sea señalada y juzgada no por lo que hace en sus redes sociales, el asunto va más allá de eso, por lo que hace con su vida íntima, con su cuerpo y sus espacios de expresión”.

Para el funcionario, el asunto es grave en cualquier espacio social, pero considera que el hecho de “que esto provenga de un funcionario de una entidad que promulga y defiende los derechos humanos, la diversidad, la igualdad y la no discriminación, y que además está adscrita al esquema institucional de un Estado regido por una constitución que lo declara como laico, pluralista y diverso y que además consigna los derechos al libre desarrollo de la personalidad y a la libre expresión. ¡Tenaz!”

Andrés ha publicado en su blog más detalles sobre este impase, el cual él describe como “una de las experiencias más amargas” de su vida