Dos renuncias más en el gabinete de Chinchilla

La presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, anunció que su jefe de Inteligencia y su asistente personal renunciaron por el escándalo desatado tras conocerse que la mandataria viajó dos veces en un avión privado de una empresa fundada por un colombiano supuestamente vinculado con el narcotráfico.

En una cadena de televisión, la mandataria aseguró que la utilización de dicha aeronave, propiedad de la empresa THX Energy, se tramitó de manera “descuidada, sin mediar los procedimientos y controles para garantizar la integridad y seguridad”.

Chinchilla no asumió ninguna cuota de responsabilidad en los hechos y señaló que los errores en los controles de seguridad se debieron a descuidos de Mauricio Boraschi, ahora exdirector de la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS), además de viceministro de la Presidencia y Comisionado Nacional Antidrogas.

La otra funcionaria que cesó sus labores fue la asistente personal de la mandataria, Irene Pacheco, quien estuvo involucrada en el contacto con THX.

Ayer al final del día el ministro de Comunicación, Francisco Chacón, anunció su renuncia argumentando que había sido “engañado” por uno de los ejecutivos de la firma THX Energy, que facilitó la aeronave de forma gratuita para dos viajes de Chinchilla a Suramérica, el último de ellos el pasado fin de semana a Perú.

Según Chacón, el sujeto que se presentó como Gabriel O’Falan en una reunión, era en realidad Gabriel Morales Fallon, una figura señalada por medios colombianos como el testaferro del reconocido narcotraficante Juan Carlos Ramírez, alias “Chupeta”.

“Hubo omisiones especialmente graves en lo que respecta a la seguridad nacional y de la presidenta y que comprometen la sólida imagen del país a nivel internacional, que siempre ha dado lucha sólida contra el narcotráfico y el crimen organizado”, manifestó Chinchilla en un corto mensaje.

Sobre Pacheco, la mandataria afirmó que pese a ser una “colaboradora íntegra y honorable” en su actuación en el caso del avión “hubo falta de coordinación e imprudencia”.

En el caso de Boraschi, Chinchilla aseguró que él “tenía bajo su responsabilidad el resguardo físico y moral de mi persona y debía anticipar y evaluar las actividades en las que me involucro”.

Boraschi afirmó hoy que nunca tuvo conocimiento del avión en el que viajó la gobernante, pues el despacho presidencial no envió la información a la DIS, como dictan los protocolos oficiales.

Chinchilla anunció además que el cargo de Boraschi al frente de la inteligencia nacional y la lucha contra el narcotráfico, lo ocupará el viceministro de Seguridad, Celso Gamboa.

Además, que en lo que queda de su Gobierno no se utilizarán más aviones privados para ningún fin. “Fueron colaboradores cercanos y leales quienes bajaron la guardia y no puede ser aceptado. Debemos guardar con más celo nuestra institucionalidad; nunca deberemos olvidar esta lección”, dijo la gobernante.

Con EFE.