Tom Dumoulin dio un duro golpe para llevarse el Giro de Italia en el Santuario de Oropa. El holandés remató de forma excelente la parte final de la etapa en la que Nairo intentó poner contra las cuerdas el liderato. No era el día para Quintana, sus continuos intentos de ataque se quedaron en nada y terminaron por desgastarle más a él en la llegada a meta.
Ahora la distancia es aún más grande (2′ 47”). Dumoulin se llevó el triunfo y le endosó otros 24 segundos a Nairo. El colombiano metió el hachazo a falta de 5 kilómetros para meta, pero no consiguió despegarse del líder. El holandés resistió los ataques y lentamente se fue acercando a la estela de Nairo hasta que a falta de 1 kilómetro contraatacó el marchándose de largo junto al ruso Zakarin, al cual también dio buena cuenta en la llegada a meta.
Es el tercer triunfo de Dumoulin que celebró lleno de júbilo en la llegada al Santuario de Oropa. Su victoria supone un golpe de moral muy duro para las aspiraciones de Nairo, el colombiano esperaba recortar la distancia en esta mítica etapa, sin embargo sale con peor balance en el día de hoy. Quedan cuatro etapas en las que echará el resto, pero la derrota de hoy puede ser significativa para el devenir en el Giro e incluso dejarle tocado moralmente de cara al Tour.
Mañana Nairo tendrá una nueva oportunidad con la etapa que discurre entre Valdengo y Bérgamo. 199 kilómetros sin final en alto en los que la única posibilidad que tendrá será sorprender con un ataque desde lejos.