“Educación para la felicidad”

En época electoral, personajes de distintas ocupaciones y trabajos sociales intentan ingresar al Congreso para convertir su labor cotidiana en una política que construya país. Para Juan Carlos Losada, maestro de yoga y meditación, animalista y vegetariano, entrar en los recovecos electorales se debe a la búsqueda de soluciones de problemas estructurales de Bogotá que se ven reflejados en todo el país.

Para el candidato 102 de la lista inscrita por el Partido Liberal a la Cámara de Representantes por Bogotá, uno de los motivos que lo impulsó a iniciar este nuevo camino fue “la peor crisis política y administrativa” de la principal ciudad de Colombia.

Como la mayoría de candidatos, el abandono que se viene teniendo en el Congreso es el fiel reflejo de las múltiples problemáticas que durante varias décadas ha sufrido la capital. Por eso para Losada es vital “promover propuestas basadas en el servicio a los demás”, que de alguna manera concientizan a que la única vía de escape para un mejor vivir es la educación como sustento para la felicidad. Situación que para el candidato Liberal, “es el objetivo de la vida misma”.

Juan Carlos Losada hace parte del grupo de voluntarios más grande a nivel mundial: Fundación Arte de Vivir, con la que ha participado en diversos proyectos ambientales y de servicio social, como Misión Respira Planeta. Esta iniciativa apadrinó algunos humedales en la ciudad, entre ellos el de Córdoba y el de la Conejera, con el fin de sacar toneladas de basura.

Gracias a estas experiencias, uno de los proyectos de ley que impulsaría sería el de reducir a lo más mínimo el uso de bolsas plásticas, ya que en su recorrido por los humedales, el 80 por ciento de los residuos recogidos correspondían a plásticos e icopores.

En esta misma dirección, afirmó la necesidad de etiquetar los productos transgénicos, discusión que ocupó varios espacios en las mesas de concertación entre el gobierno y campesinos instaladas luego del paro agrario más importante de los últimos años.

La idea de este proyecto es buscar que los ciudadanos como consumidores conozcan cuáles alimentos son orgánicos y cuáles han sido alterados en su ADN, ya sean para agilizar su producción, aumentar su tamaño o mejorar su apariencia.

Por otra parte, la elección popular de alcaldes locales, ante la evidencia de que los problemas varían y asumen dimensiones diferentes según la localidad, es una de las ideas que Losada propone: “Si la localidad escoge a su alcalde, sus preocupaciones y necesidades pueden verse atendidas de manera más efectiva y pertinente. Hará que estos funcionarios sean responsables ante su comunidad”.

Para el candidato, la situación del alcalde no es más que la radiografía de una política histórica en nuestro país: “Lo que ha pasado con Petro es el ejemplo perfecto de cómo es la dialéctica política en Colombia: siempre basada en la confrontación y nunca en las propuestas”.

Aunque aseveró que no se puede estar de acuerdo con la filosofía del Procurador, a Gustavo Petro, según el candidato, los entes de control ya le habían advertido lo que le pasaría si cambiaba la razón social del Acueducto de Bogotá: “Se saltó una función del Concejo y desgraciadamente un alcalde que estaba llamado a ser de la izquierda un verdadero poder en este país, hizo todo lo contrario violando la ley”.

Aunque Juan Carlos Losada es sobrino de una de las concejales de Bogotá con más caudal electoral, María Victoria Vargas, su día a día no ha estado relacionado con política. Más bien su actividad social y su estilo de vida lo muestran como un candidato diferente dentro del abanico de personajes que pretenden llegar al que probablemente será el Congreso más particular de la historia de Colombia.