El presidente de EE.UU., Barack Obama, anunció hoy en su discurso del Estado de la Unión que reducirá en un año a la mitad el número de tropas en Afganistán, con la salida de 34.000 militares hasta febrero próximo, y ratificó que la guerra terminará a finales de 2014, como está previsto.
“Podemos decir con confianza que Estados Unidos terminará su misión en Afganistán y lograremos nuestro objetivo de derrotar al núcleo de Al Qaeda”, destacó Obama en su intervención ante el Congreso.
Más allá de 2014, cuando EE.UU. debe culminar su retirada, “perdurará el compromiso” con lograr “un Afganistán unificado y soberano”, pero la naturaleza del mismo “cambiará”, reafirmó el presidente.
Según Obama, el acuerdo con el Gobierno afgano para después de 2014 estará enfocado “en dos misiones”: capacitar y equipar a las fuerzas locales “para que el país no caiga de nuevo en un caos”, y continuar con los esfuerzos antiterroristas “para perseguir a los restos de Al Qaeda y sus afiliados”.
El secretario de Defensa de EE.UU., Leon Panetta, celebró el anuncio de Obama y en un comunicado sostuvo que llevará “al éxito” la misión estadounidense en Afganistán.
Tras más de una década de “grandes sacrificios” en el país asiático, “estamos en camino hacia un Afganistán que no pueda ser usado como lanzadera de ataques” contra Estados Unidos, declaró el jefe del Pentágono.
El número de soldados de EE.UU. en Afganistán alcanzó su máximo con un total de 100.000 y actualmente quedan unos 66.000, que forman parte de la misión internacional dirigida por la OTAN en ese país (ISAF) que debe culminar al finales de 2014.
La salida de 34.000 militares en el próximo año pretende equilibrar la aceleración de la retirada pactada en enero pasado entre Obama y su homólogo afgano, Hamid Karzai, con la necesidad de mantener a un número suficiente de tropas para seguir dando apoyo a las fuerzas de seguridad afganas hasta que culmine la transición.
El pasado 11 de enero, tras recibir en Washington a Karzai, Obama anunció que las tropas estadounidenses en Afganistán pasarán a un papel de apoyo esta primavera boreal, antes de lo previsto.
“Debido al progreso que han hecho nuestras tropas, debido al progreso que han hecho las fuerzas de seguridad afganas y su capacidad de tomar el liderazgo, podemos cumplir nuestros objetivos y acelerarlos un poco”, dijo Obama entonces.
El cambio, calificado de “histórico” por el presidente, no implica el fin de las tareas de combate de las fuerzas estadounidenses, que seguirán luchando junto a las tropas afganas, sino que éstas “habrán asumido el liderazgo”.
Una encuesta divulgada este martes por The Washington Post señala que un 80 % de los votantes registrados apoya la política del presidente para poner fin a la guerra en Afganistán.
Estados Unidos invadió Afganistán en respuesta a los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington perpetrados por la red Al Qaeda.
En 2009, poco después de llegar a la Casa Blanca, Obama ordenó un incremento de 30.000 soldados en el contingente estadounidense en Afganistán, en 2011 prometió que la guerra terminaría en 2014 y en septiembre pasado 33.000 militares volvieron a casa.
Según la Casa Blanca, las fuerzas afganas cuentan hoy con unos 352.000 miembros “en servicio y formación” que ya están llevando a cabo “casi el 90 por ciento” de las operaciones de seguridad en todo el país.
No obstante, el jefe del Estado Mayor Conjunto, el general Martin Dempsey, admitió recientemente que Afganistán sigue siendo “una zona de guerra” pese a los avances logrados.
Además, durante el año pasado se volvieron relativamente frecuentes los ataques de militares infiltrados, muchos de ellos talibanes, contra el personal de la OTAN, con un saldo de unos 60 muertos.
Obama no hizo referencia hoy a cuántas tropas de EE.UU. permanecerán en Afganistán más allá de 2014 ni cuál será su función en el marco de un pacto de seguridad bilateral firmado en mayo de 2012.
De acuerdo con la Casa Blanca, el presidente aún no ha tomado una decisión al respecto.
El diario The Washington Post publicó este martes que el Pentágono apoya un plan que dejaría en Afganistán a unos 8.000 soldados estadounidenses después de que termine la misión conjunta con la OTAN.
Un escenario posible que evalúa EE.UU. es mantener en suelo afgano entre 3.000 y 9.000 soldados, principalmente para realizar operaciones antiterroristas y dar capacitación a las tropas locales.