El embajador de Estados Unidos en Colombia, Michael McKinley, en entrevista a La W radio aseguró que responderá por la “vía diplomática” por información sobre espionaje revelada por el diario brasileño O Globo .
El diplomático aseveró que entiende la preocupación del Gobierno colombiano, pero fue claro al afirmar que Estados Unidos, al igual que otros países, recopila información sobre temas de seguridad y ataques terroristas. “El hecho es que las revelaciones son dañinas para las metas importantes de seguridad nacional”.
Esta respuesta se da luego de que el Ministerio de Relaciones Exteriores diera a conocer un comunicado en el que se pide alguna explicación por las informaciones divulgadas por el diario brasileño O Globo, el cual tuvo acceso a documentos secretos, y que muestran una recolección de información de Colombia en un flujo constante, entre el 2008 y el primer trimestre de este año.
En el comunicado se expresa la preocupación del Gobierno colombiano por la existencia del supuesto programa: “El Gobierno Nacional registra con preocupación la información de algunos medios de prensa internacionales sobre la existencia de un programa de recopilación no autorizada de datos y de interceptación de comunicaciones personales en Colombia”.
Así mismo, el Ministerio de Relaciones Exteriores rechaza cualquier violación al derecho de la intimidad y pide al Gobierno de los Estados Unidos una explicación concreta. “Al rechazar los actos de espionaje violatorios del derecho a la intimidad de las personas, y de las convenciones internacionales en materia de telecomunicaciones, Colombia solicitará al Gobierno de los Estados Unidos de América, por intermedio de su embajador en Colombia, las explicaciones que correspondan”.
Este comunicado sale a la luz después que el gobierno mexicano, apoyado por el congreso de ese país, le exigiera a Estados Unidos “explicaciones” por los mismos hechos.
Luego de citar documentos provistos por Edward Snowden, el excontratista de inteligencia estadounidense, el diario O Globo dijo que los programas de la NSA fueron más allá de los asuntos militares, al involucrar lo que calificó como “secretos comerciales”.
El diario brasileño publicó que Colombia es el tercer país más espiado en la región, después de Brasil y México.