El Gobierno de EE.UU. afirmó hoy que el sistema de comercio de emisiones europeo (ETS, en inglés), que busca aplicar a aerolíneas extranjeras el pago por emisiones de dióxido de carbono (CO2), “está creando gran antagonismo en todo el mundo” y requiere alternativas.
Las autoridades de EE.UU. prevén reiterar la urgencia de buscar alternativas al ETS, a partir de mañana durante una reunión a puerta cerrada y de dos días, que se llevará a cabo en el Departamento de Transporte con la participación de 16 países no europeos opuestos al sistema.
“Creemos que es una mala idea por varias razones. Creemos que tiene un objetivo honorable, que nosotros compartimos, pero no es la manera correcta de manejarlo”, dijo en conferencia telefónica un funcionario de alto rango de la Administración de Barack Obama, que pidió el anonimato.
“Si la Unión Europea puede imponer su propio sistema en todo el mundo, cabe que cinco, diez o veinte otros países puedan hacer lo mismo, y eso crea el riesgo de tener un mosaico de distintos mecanismos, distintos impuestos, distintos tipos de políticas, en vez de una solución global en general”, agregó.
El funcionario explicó que el Gobierno de Washington no se opone a que la Unión Europea (UE) aplique sus restricciones a la industria de aviación europea, pero sí es contrario a que las aplique a las aerolíneas extranjeras, tanto por razones legales como por las disposiciones de un acuerdo aéreo bilateral entre EE.UU. y la UE.
La reunión en Washington, de la que “no se esperan anuncios concretos, tiene carácter “informal” y da seguimiento a otra que se realizó en Moscú en febrero pasado, para analizar esta discordia en torno al ETS, señaló el funcionario.
“No anticipamos anuncios concretos, pero sí esperamos una exploración del asunto, que nos encamine en un rumbo hacia una solución global” para controlar las emisiones, enfatizó.
El ETS obliga desde enero pasado a los aerolíneas no europeas a pagar por cada tonelada de dióxido de carbono (CO2) que liberan a la atmósfera, pero la medida cuenta con la oposición frontal de países como China, EEUU, India, Rusia y Brasil.
Las aerolíneas extranjeras no tendrán que pagar por esos permisos hasta abril de 2013, pero presionan a los Gobiernos de sus respectivos países a que negocien un nuevo acuerdo “global” antes del próximo año.
En mayo pasado, las mayores aerolíneas europeas se mostraron a favor de que la UE trabaje por lograr una solución global al problema de las emisiones y pidieron a la Comisión Europea que evite una guerra comercial.
Uno de los puntos sobre la mesa tiene que ver precisamente con la “meta deseada” de limitar las emisiones a partir de 2020 a niveles de 2020, según el funcionario.
El Gobierno de EE.UU., continuó, apoyaría la idea de postergar o suspender la puesta en marcha de las directrices del ETS.
En el encuentro de Moscú, los países opuestos al ETS discutieron una serie de posibles represalias, entre las que figuró la presentación de una queja formal ante la Organización de Aviación Civil Internacional de Naciones Unidas, nuevos impuestos contra aerolíneas europeas y suspender negociaciones para abrir nuevas rutas con éstas.