El ABC de los Silleteros

La Ministra de Cultura entregó este viernes la Resolución Oficial con la cual se aprobó el Plan Especial de Salvaguarda de la cultura de los silleteros y su inclusión en la Lista Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial del ámbito nacional.

La colorida tradición de los silleteros, uno de los emblemas culturales de los antioqueños, ahora es patrimonio cultural de la Nación y cuenta con su Plan Especial de Salvaguarda.

Durante el acto que tuvo lugar hoy, en el corregimiento de Santa Elena, de Medellín, Mariana Garcés Córdoba, Ministra de Cultura, aseguró que a través de esta normativa nacional se establecieron acciones y lineamientos encaminados a garantizar la salvaguardia de este patrimonio cultural inmaterial del país.

“Esta es una manifestación de la cual todos los colombianos nos sentimos muy orgullosos. No es solamente la silleta sino la cultura que la rodea. He tenido la oportunidad de ver cómo ustedes trabajan la tierra, cómo cultivan las flores más lindas del mundo, cómo se transmiten ese conocimiento de generación en generación, por eso es un honor para el Ministerio de Cultura haber aprendido tanto de ustedes en este proceso. Siento que el camino hacia la Unesco, para declarar esta manifestación como Patrimonio Mundial será mucho más fácil con el trabajo que ustedes hicieron en este Plan Especial de Salvaguardia”, agregó la Ministra.

A la entrega, que contó con la presencia de Aníbal Gaviria, Alcalde de Medellín, y con los representantes de las 500 familias de silleteros que participaron en el proceso, se convocó a la comunidad campesina del corregimiento de Santa Elena y a representantes de los municipios de Envigado, Rionegro y Guarne, Antioquia.

Sobre la importancia de este reconocimiento, el mandatario local afirmó: “Los silleteros no son sólo la esencia de esta cultura cafetera, ustedes supieron unirse a este propósito de convertirse en patrimonio de la Nación”.

Gaviria agregó que los antioqueños cumplieron un sueño, “pero debemos seguir soñando. Ese nuevo sueño que nace es el de avanzar hacia la posibilidad de lograr que nuestra cultura silletera de Medellín y Antioquia sea declarada patrimonio universal de la Unesco”.

Y respecto a la participación activa del Ministerio de Cultura para el reconocimiento a esta práctica ancestral, el alcalde Gaviria señaló, “Ministra, usted puso todo el entusiasmo a esta iniciativa. Sé que hoy usted celebra con sentimiento. Gracias por acompañarnos, estimularnos y darnos la oportunidad de construir conjuntamente este sueño que hoy celebramos”.

Durante el evento los silleteros presentaron una muestra cultural sobre su oficio en la que se destacó la variedad de flores que cultivan en esta región antioqueña. En este espacio también participaron niños y adultos mayores quienes contribuyen diariamente a la preservación de esta cultura centenaria.

“Santa Elena es una tierra de puertas abiertas. Hoy queremos hacerle un homenaje a la silleta tradicional, que es la de los años 50, esa era la ambulancia del campo, era el medio de transporte de las clases altas. Hoy se parte la historia en tres. Cuando se inicia el desfile, cuando termina y cuando se declara patrimonio de la Nación” dijo Alex Nieto, uno de los silleteros de Santa Elena, presente en el acto que finalizó con un desfile de los silleteros presentes.

Esta tradición se remonta desde la época prehispánica y se asocia históricamente con un medio de transporte de mercancías y personas por parte de indígenas y campesinos. La manifestación cultural silletera reúne alrededor de quinientas familias que aportan conocimientos y prácticas campesinas y artísticas relacionadas con las flores, transmitidas de generación en generación por más de 150 años.

Con el PES se busca destacar y garantizar la salvaguardia de esta actividad como memoria colectiva y de gran significado social, al igual que reconoce sus aportes al desarrollo del departamento y del país.

El ámbito de aplicación del PES se localiza en el corregimiento de Santa Elena y en los municipios de Medellín (veredas Piedras Blancas, Matasanos, Las Palmas, El Plan, Mazo, Piedra Gorda, Barro Blanco, Santa Elena sector Centro, El Placer y El Cerro); Guarne (veredas San Ignacio y El Porvenir); Envigado (veredas Perico y Pantanillo), y Rionegro (vereda La Quiebra).

Este proceso de aprobación del PES inició en el 2010 cuando la Dirección de Patrimonio del Ministerio de Cultura le sugirió a la Alcaldía de Medellín, la postulación de la manifestación silletera a la Lista Representativa Cultural Inmaterial del ámbito nacional. A comienzos del año 2011 la Corporación de Silleteros de Santa Elena (COSSE) estableció contacto con el Ministerio de Cultura. Ese mismo año el Consejo Nacional de Patrimonio dio diferentes recomendaciones frente a la elaboración del PES.

Finalmente en 2014 el Consejo Nacional de Patrimonio Emitió un concepto favorable sobre la propuesta de PES de la Manifestación Cultural Silletera y su inclusión a la Lista Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial del ámbito nacional.

Celebrando esta decisión, Confidencial Colombia, le muestra a sus lectores una de las novedades de este año en el Desfile de Silleteros: la Alcaldía de Medellín, en la búsqueda de cuidar la estética del evento, entregará a los participantes del mismo un nuevo vestuario, diseñado por Camilo Álvarez y Miguel Mesa.

Para llegar al atuendo definitivo, los diseñadores se embarcaron en una investigación, bajo la dirección de un comité integrado por los expertos Juan Luis Mejía Arango, Rector de la Universidad Eafit; Lina Moreno de Uribe, ex Primera Dama de la Nación y estudiosa de la tradición; y Alicia Mejía, reconocida por su liderazgo en la gestión de ferias como Colombiamoda, Colombiatex y Expoartesano. La idea es que los silleteros se sientan orgullosos del vestuario que lucirán con sus silletas y que éste, además de respetar la tradición y brindar la comodidad necesaria para esta exigente labor, conserve una estética limpia, que permita que sean ellas, las flores que componen las silletas, las que brillen.

Camilo y Miguel empezaron su investigación justamente en Fabricato, donde revisaron el archivo fotográfico –fotos de hace un siglo–, así como algo de información escrita; la tarea continuó en el archivo de la Biblioteca Pública Piloto, especialmente fotografías de Benjamín de la Calle, así como imágenes de la Comisión Corográfica de la segunda parte del siglo XIX, más que todo para el tema de color. Un trabajo exigente que les dejó muchas ideas, siempre teniendo claro que el resultado debía respetar la tradición, pero también las expectativas de los silleteros y del público; tomaron entonces elementos claves de lo hallado en su investigación, recuperando detalles que resultan claves.

Con respecto a los complementos del vestuario, aquí se dio la oportunidad para vincular artesanos de distintas regiones del país. En el caso de los hombres, llevan el tradicional sombrero aguadeño; ruanas y los clásicos carrieles jericoanos. Por su parte las mujeres tendrán amarrado a la cintura un chumbe de color amarillo quemado pálido. Unos y otros llevarán como zapatos cotizas de color crudo.

“Los cambios no son muy grandes, pero son muy significativos. Es una apuesta con muchos compromisos, también había que contar con los insumos y ajustarnos a ellos, con los tiempos, que nuestra propuesta fuera viable en términos de producción en fin, son muchas variables las que había que considerar”. Camilo Álvarez, diseñador.


EL ABC DEL VESTUARIO



SILLETEROS

Pantalón. Elaborado en dril, tiene un estilo clásico y es en tono azul verdoso oscuro –color que se evidenció en el proceso de investigación–. Posee bolsillos laterales, para que se ajuste a las necesidades utilitarias de los silleteros.

Camisa. Elaborada en algodón, es de color crudo y tiene cuello de banda o artesano, que hoy se conoce como tipo Nehru o Mao y botonadura escondida, cubierta con un tapa perilla que lleva unas presillas, para que no deje ver los botones. Solo resalta el botón de la parte superior, de color dorado –así la usaban los artesanos hace un siglo y el color daba un significado–.

Paruma o tapa pinches. Viene de la indumentaria del arriero y es una especie de delantal grueso de cuero o lona, utilizado para proteger el pantalón y cubrir el “pinche” o pene, que usualmente se encontraba fuera de sus pantalones para orinar fácilmente en sus recorridos. Se sujeta en la cintura –en el caso de los silleteros se ata hacia adelante y tiene tapa para cubrir el amarre, para que el nudo no estorbe en la espalda al cargar la silleta–. Cae a la rodilla y suele ser blanco, sin adornos y con un bolsillo central.

Sombrero aguadeño. Muy tradicional en Colombia, especialmente en Antioquia y el Eje Cafetero, también representa la cultura de los arrieros y es fabricado de palma de Iraca.

Ruana. Su presencia en el atuendo está soportada en fotografías, ilustraciones y textos encontrados durante la investigación, que muestran un lado oscuro y otro de color intenso, como el rojo que se utiliza en este caso.

Carriel. Artesanía colombiana con más de un siglo de historia, se trata de un tipo de bolso de cuero con innumerables bolsillos interiores, usado tradicionalmente por los hombres de Antioquia desde la época colonial.

SILLETERAS


Falda. Elaborada en algodón, es del mismo tono azul verdoso oscuro de los pantalones masculinos. Con boleros en la parte inferior, en la cintura posee un efecto “bolsa de papel”, otra especie de bolero, que remite a la forma en la cual se amarraban la falda hace un siglo, que hacía ver recogida la tela. Para el vestuario de las silleteras, este efecto se logró con un elástico, para que sea más cómoda; además tiene dos bolsillos ocultos para que puedan guardar documentos o dinero.

Camisa. Elaborada en algodón con elastano –para brindar mayor comodidad– y de color crudo, también cuenta con el cuello de banda o artesano. Algunos de los referentes encontrados en la investigación tenían boleros en la espalda, pero el vestuario de las silleteras los elimina, pues esa zona debe ir limpia para que la carga de la silleta no sea molesta. Es de manga corta y la decoración aparece en el frente con dos pasa cintas en línea arriba del pecho y cintas en tono azul claro.

Delantal. Elaborado en algodón y también de color crudo, se amarra al frente y no atrás, justamente para evitar que talle con la silleta, y lleva una tapa para ocultar el nudo y conservar mejor el diseño al lucirlo. Posee un mini bolero en la parte inferior.

Mantola. De color rojo y con flecos, va sobre los hombros de la mujer para protegerla del frío. Es una prenda heredada de la indumentaria española.

Pañuelo para la cabeza. Del mismo material y color de la camisa, pretende brindar comodidad, al evitar que el pelo de las silleteras se vaya hacia la cara.

Chumbe. Faja que puede medir de cinco a diez centímetros de ancho, por cuatro o cinco metros de largo, usada por mujeres de algunas etnias de Colombia para sostener su falda. Son tejidos por las mujeres con hilos de lana de varios colores, en el caso de las silleteras es amarillo quemado pálido.

Zapatos femeninos y masculinos. Cotizas, alpargatas con mayor soporte, que les brinden más comodidad y también en color crudo, iguales para todos.