El adiós del Minhacienda

Al concluir su última Junta Directiva del Banco de la República, el saliente ministro de Hacienda y Crédito Público, Juan Carlos Echeverry, manifestó que deja la cartera económica y de finanzas con mucha tranquilidad por cuanto las metas se cumplieron en el frente fiscal y en la reducción del déficit.

Echeverry indicó que se va “muy contento” porque la gestión muestra resultados que redundan en el bienestar de país. Expresó satisfacción por el trabajo logrado en inflación que a hoy es del 3.02 por ciento. “Lo dije en la Junta, ningún ministro probablemente pudo haber dicho, yo deje la inflación 0.2 por ciento de diferencia frente a la meta”.

Afirmó que si bien, el crecimiento de 2011 fue del seis por ciento, este año hay proyecciones que permiten aseverar que ese indicador podrá estar entre el 4,5 y el 4,8 por ciento.

El funcionario explicó que la mezcla entre inflación exactamente en la meta, un crecimiento muy positivo, más dos millones de empleos nuevos en los dos últimos años es lo que cualquier ministro quiere. Explicó que al sumar los tres componentes mencionados el igual es un indicador llamado o conocido como de sufrimiento que suma inflación más desempleo y le resta crecimiento.

“Hoy tenemos el menor índice de sufrimiento en Colombia desde el año 1970, es decir, en 42 años registramos el más bajo índice en ese sentido porque hay un crecimiento económico alto, un desempleo bajo y una inflación muy baja. Obviamente uno no puede ser complaciente y la tarea le queda a Mauricio Cárdenas para seguir disminuyendo el desempleo, situarlo cómodamente en un dígito, mantener la inflación en donde está y seguir con un crecimiento en velocidad de crucero”, declaró Echeverry.

Sobre las apuestas de crecimiento, que fueron entre cinco y siete por ciento, el Ministro aclaró que los cambios en el pronóstico se dieron como consecuencia de la llegada de los vientos de pico que hacen que así las turbinas del avión sigan a la misma velocidad, se llega más tarde. “No vamos a crecer al seis como el año anterior, pero si podemos pensar en un 4,8 por ciento”.

Echeverry expresó todo su agradecimiento con el Banco de la República, con su Junta Directiva y con su Gerente General, José Darío Uribe al precisar que el Emisor pasa por un excelente momento y se constituye en una institución de la cual Colombia, toda, se debe sentir orgullosa porque desde el extranjero la alaban y la consideran el cuarto Banco central más serio del mundo en su lucha contra la inflación.

“He aprendido muchísimo, me he hecho un mejor economista, he cultivado unos muy buenos amigos a punta de discutir y debatir sobre todas las aristas de la economía. En los dos últimos años hemos producido una política económica con un calificativo de excelencia”, dijo.

Sobre las políticas del Prestamista de Primera Instancia, Echeverry anotó que fueron muy acertadas toda vez que ajustó los tipos de interés cuando tenía que hacerlo y fue flexible en momentos de contracción de la demanda. Manifestó que fue partidario de la compra diaria de divisa hasta por 40 millones de dólares, pero reconoció que en asuntos cambiarios y monetarios el Ministro propone y la Junta dispone.

Lo que faltó

En opinión del ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, la asignatura pendiente es sin duda la reforma tributaria la cual fue diseñada con el director de la DIAN, Juan Ricardo Ortega y el equipo del ministerio.

Anotó que el paquete tributario está prácticamente listo, pero indicó que entre marzo y abril llegaron vientos preocupantes de la Eurozona, situación acompañada de China que esta vendiendo menos y exportando menos y de Estados Unidos que tiene signos aún mezclados.

“Yo consideré, y es lo que a uno como a uno como Ministró responsablemente le toca hacer, si era el momento más apropiado para poner a los hogares colombianos y a los empresarios nacionales a hablar de la tributaria. Una reforma de estas siempre exaspera los ánimos y deja muchos interrogantes sobre como hará el Gobierno para sacar la plata del bolsillo de los contribuyentes”, anoto Echeverry.

Especificó que en medio de un oleaje externo, lo menos que busca el ejecutivo es preocupar a las personas por una reforma tributaria. Consideró importante darle tranquilidad y confianza a la gente para que trabaje sin prevención y para que adquiera bienes de capital sin temor a nada.

“La reforma que quedó muy bonita porque es para la equidad y no para recaudar, tendrá que ser presentada o aplazada por el ministro Cárdenas”, consideró.

En su análisis, la caída en los índices de consumo que pasaron del 25 por ciento al 18 por ciento tranquiliza porque siete puntos menos dicen que los hogares no se están sobre endeudando y que no se van a colgar en las obligaciones.

Para el funcionario, en Colombia bajó el apetito por el crédito y el endeudamiento.