En conversación con Confidencial Colombia, el escritor mexicano Juan Villoro habló sobre su obra teatral “Conferencia sobre la lluvia”, un monólogo que cuenta los pormenores que tiene un conferencista a la hora de enfrentarse al público. Además, explica la relación entre la lluvia, el amor y los libros.
Confidencial Colombia: ¿Cómo nació la idea del monólogo “La Conferencia sobre la lluvia”?
Juan Villoro: A mí me ha tocado dar muchas conferencias y siempre me he preguntado qué pasaría si de pronto olvido lo que voy a decir y empiezo a decir algo muy personal y paso de la exposición a otra forma del discurso que es la confesión. Me ha tocado estar con amigos que han perdido ciertas facultades, por ejemplo la pérdida de memoria, lo he visto en vivo y en directo perder el sentido de lo que están diciendo. Esto a mi me alarma.
Por otro lado “la conferencia” tiene un formato que atrae. El conferencista tiene algo de actor, cautiva al auditorio, seduce, transmite emociones, reserva cosas para el final; el punto de partida es que el conferencista va hablar de un tema que me parece sugerente que es la relación entre la lluvia y la poesía amorosa.
C.C: ¿Qué relación hay entre el amor y la lluvia?
JV: Los dos son melancólicos y los dos te mojan, a los dos los asociamos con el fluido y la sensualidad. Muchas veces el clima nublado lo asociamos con el amor perdido, en ocasiones la lluvia sobre la mano la recibes como la acaricia de una mano frágil; asociamosla lluvia con el amor anhelado, con el amor perdido, con el amor recordado, con el llanto, con el vacío. Los poetas han trabajado mucho estas dos palabras, por ejemplo, Dante dice que “la imaginación es un lugar en el que llueve”, a lo que se refiere él es que cuando alguien está atrapado, preso, encerrado y sin salida imagina para salvarse. Entonces el protagonista quiere hablar de eso, pero se va desviando. Como su tema es la lluvia y la poesía de amor, él empieza hablar de su propio amor.
C.C:¿Ese personaje es un retrato de Juan Villoro?
JV: No, para nada. Es un retrato quizá de unas lecturas de Juan Villoro, ya que el personaje tiene que ver con los libros porque es un bibliotecario y se dedica a vivir entre los libros. En la era del libro electrónico, de lluvia digital de letras, él piensa que está en peligro su profesión, y su profesión es la del intermediario, y él dice que lo más valioso de los libros es que se los podemos dar a otra persona; cuando nosotros leemos algo que nos gusta de inmediato sentimos el deseo de transmitirlo, de regalarlo.
C.C:¿Por qué lo más importante de los libros son las personas que lo entregan y no el mismo libro?
JV: Porque eso convierte el libro en una forma del afecto. El hecho de que tú le des un libro a otra persona, lo comportas, hace que ese no solo sea un objeto cultural o intelectual, sino afectivo; y cuando se asocia la cultura con el afecto la conviertes en una emoción. Es muy emocionante darle a una persona que quieres lo que a ti intelectualmente te gustó.
C.C:¿Por qué para el monologo escogió a un bibliotecario y, no por ejemplo, a un enamorado, un poeta…?
JV: He tenido personajes que han sido médicos o arquitectos en fin personajes muy distintos. Pero en particular me interesa mucho la función del bibliotecario porque es el gran cartero de los libros, es el que lleva los libros de un lugar a otro, el que los clasifica.Por otro lado, yo tenía un interés en hacer un espectáculo que pudiera funcionar fuera del teatro convencional, entonces esta obra se ha presentado en congresos de literatura, en universidades, en festivales como este. No es una obra que solo se pueda presentar en una obra de un festival de teatro, sino que también se puede presentar en espacios parateatrales.
C.C: Una de las frases del monólogo es que no es lo mismo leer que la lectura ¿Cuál es la diferencia?
JV: Leer te permite descifrar un lenguaje, pero la lectura es una forma activa que convierte a un libro en otra cosa, es decir la suerte de los libros no depende exclusivamente de lo que tienen dentro de ellos sino dela forma en la que son leídos. La lectura es lo que decide que un libro sea clásico, la lectura es lo que le da vida a un libro. Un libro cerrado no existe, solamente cuando es leído revive.
Entonces podemos leer los letreros de las calles, podemos leer un mensaje de texto, pero la lectura es el ejercicio que le da vida a los libros, y es un ejercicio compartido porque aunque cada uno de nosotros lee en soledad comentamos lo que leemos o lo discutimos. Si leemos un librole agregamos algo que no vimos en el libro, es decir, vemos lo que hemos leído.
C.C: El tema central de la obra es el amor.Para Juan Villoro ¿qué es el amor?
JV: Si lo supiera no habría sufrido tanto. El amor es el más maravilloso de los problemas porque una de las cosas más absurdas es pensar que el amor te garantiza la felicidad. El amor es maravilloso y muy difícil de sobrellevar. Te genera angustia, inquietudes, celos, tensiones, si lo pierdes te devasta. El amor es un problema extraordinario.
“‘GABO’ ES AQUELLA SOMBRA GRANDE DE LA LITERATURA COLOMBIANA”
C.C: Pasemos a hablar de Gabriel García Márquez, que sin duda alguna usted conoce muy de cerca su obra ¿Por qué ‘Gabo’ es universal?
JV: Una de las paradojas de la literatura, es que él vuelve lo universal en lo particular. Si leemos al escritor Yasunari Kawabata nos conmovemos con cosas muy distintas a las de tu experiencia o con Ernest Hemingway, entonces Gabriel García Márquez, logra que ese mundo que él conoce perfectamente desde Aracataca o el mundo costeño, se convierta en un símbolo universal, no necesitas ser griego para mirar la Odisea, ni ser colombiano para entender Cien Años de Soledad.
En eso radica la gran mirada del cronista, que vuelve a lo particular, universal; porque todo cronista trabaja con elementos muy humildes queson su propia familia, los amigos que ha conocidos, la infancia que tuvo, los lugares en donde creció.
C.C: ¿Qué sería de la literatura colombiana sin su mayor exponente, Gabriel García Márquez?
JV: Es una figuran tan protagónica, que probablemente desde Ernest Hemingway no habido un escritor vivo más famoso.Esto es muy positivo en la medida que se le da una importancia a una literatura, pero también es complicado para los otros escritores porque los grandes escritores tienen una sombra larga, no es fácil escribir literatura en Argentina sin tomar en cuenta a Borges. ‘Gabo’ es aquella sombra grande de la literatura colombiana, y teniendo en cuenta eso, es un desafío para los escritores colombianos salir de eso. Creo que algunos han salido de eso notablemente,aprecio mucho el trabajo de Fernando Vallejo, Héctor Abad Faciolince, Santiago Gamboa y muchos otros.
C.C: ¿Qué le hubiera gustado saber de Gabriel García Márquez?
JV: Creo que hay un tema pendiente e importante y son las negociaciones políticas secretas de ‘Gabo’ que fueron más importantes de lo que sabemos y mucho más significativas, casi todas encaminadas a negociaciones de paz, pero como eso fue secreto no se sabe. Él recibió bastantes críticas por su cercanía con el poder, fue amigo de muchos presidentes, pero además de este papel de embajador de las letras, era un negociador oculto. Ese libro está por escribirse, el ‘Gabo’ negociador político, por ejemplo en la entrega de las armas del M-19él tuvo una participación muy directa.
C.C: Hablando de procesos de paz, ¿qué opina del que se está adelantando ahora en La Habana entre las Farc y el gobierno?
JV: Es muy importante y hay que apoyarlo al cien por ciento; va a ser lento, pero tenemos ejemplos como el de Sudáfrica o el de Irlanda del Norte, en donde los procesos de diálogo y de paz no son instantáneos. Se necesita de mucho tiempo, de mucha paciencia de ambas partes. Me parece que es la única solución viable.