El asesino silencioso de la pobreza en Venezuela

Según varios reportes médicos de los centros hospitalarios de los Estados de Anzoátegui, Bolívar, Lara, Monagas y en la ciudad de Caracas, se han registrado el fallecido al menos 28 personas por casos severos de envenenamiento ante el consumo de una yuca que la gente compra por ser muy económica.

Una serie de muertes por envenenamiento se están presentando en varias ciudades de Venezuela, según informó el más reciente reporte médico de los hospitales de Caracas, donde describen que los pacientes llegan a los centros asistenciales por vómito, mareo y dolor en el estómago, quienes tras ser examinado presentan una severa intoxicación y fallecen por esta causa.

Lo que inicialmente se presentó como un deceso por envenenamiento, ahora se han reportado al menos 28 personas muertes por este mismo diagnóstico, generando una alarma en la sociedad venezolana. De acuerdo con el parte médico, estos casos presentan un síndrome convulsivo y un edema cerebral, causado por el consumo de una yuca con altos niveles de toxicidad.

La familia Linares Cruz quienes viven en Caracas, ha sufrido el fallecimiento de cuatro parientes en una semana en Caracas. El primero Jesús María, tío de la familia enterrado el pasado 12 de febrero, y después Jonathan Stiven, quien enfermó repentinamente durante el entierro de su tío. Días después, con la muerte de Alonso Cruz Durán, el tío de Jonathan y hermano de Jesús María, han fijado un claro curso no de muertes desafortunadas sido un envenenamiento colectivo, además, Xenia Cruz, otra pariente de los fallecidos, y una vecina de la familia Linares, la señora Bertha Sánchez también murió por el consumo de este tubérculo.

Estos casos tuvieron lugar en el barrio Isaías Medina de Catia, al oeste de Caracas, donde este alimento fue comprado a vendedores informales a un bajo precio.

Según los expertos, la toxicidad de la yuca amarga se da por el ácido cianhídrico (o cianuro de hidrógeno), un compuesto que genera daños en el aparato digestivo, las células nerviosas y en órganos como los pulmones y los riñones. En Venezuela, este alimento es procesado para la elaboración del casabe (un pan tradicional de las etnias indígenas). Pero este solo es apto en su consumo tras el proceso especial en la elaboración.

La gente consume eso por la extrema situación de pobreza y la ausencia de controles sanitarios de los alimentos. Apenas es una de las consecuencias de la precariedad”, aseguró, El médico José Manuel Olivares, un diputado opositor de la Asamblea Nacional, quien afirma que al menos 28 personas han fallecido por comer yuca amarga en los Estados de Anzoátegui, Bolívar, Lara, Monagas y en la ciudad de Caracas.

Por su parte, Abel Flores, un médico pedíatra del Hospital Universitario Manuel Núñez Tovar de Maturín, trató el padecimiento de cuatro niños fallecidos en enero. “Todos habían comido grandes porciones de yuca amarga. Se registran muchas intoxicaciones por este motivo, pero no se salvan los que consumieron en exceso”, finalizó.

Este flagelo se presenta en las familias venezolanas al registrar que los ingresos de un 93,3% son insuficientes para comprar alimentos y el 32,5% (9,6 millones de personas) solo comen dos o menos veces al día, según la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi).