El ‘bebé real’ ya tiene nombre

El hijo de los duques de Cambridge ya tiene nombre: George Alexander Louis. El heredero británico dejará de aparecer a partir de ahora en los medios de comunicación con formulas alternativas como ‘bebé real’ para referirse al que en un futuro será rey de los ingleses. Su nombre ha sido uno de los secretos mejor guardados desde que la pasada tarde de este lunesllegase al mundo, en mitad de una gran expectación por parte de medio mundo.

George era el nombre favorito para bautizar al príncipe heredero entre las distintas apuestas que se vienen sucediendo en Inglaterra en las últimas semanas. Este también era el nombre favorito por la reina Isabel II, ya que era el nombre con el que reinó su padre, el rey Jorge VI, que realmente se llamaba Albert Frederick Arthur George. Con ello, el día de la futurible coronación del hijo de los duques de Cambridge sería conocido como Jorge VII.

El propio príncipe Carlos aseguró desconocer el nombre que llevaría finalmente su nieto horas después de producirse su alumbramiento. El eterno heredero al trono inglés fue uno de los primeros en hacer acto de presencia en la clínica St. Mary de Londres junto a Camilla Parker Bowles y allí prometió a los periodistas congregados no tener “ni idea de cómo han decidido llamarlo. Los dos me dijeron que tenían que verle la cara antes de inclinarse por un nombre”.

De igual forma, la princesa Catalina y su marido prefirieron mantener la incógnita del sexo del bebé hasta el último momento. Varios medios apuntaron a que el heredero británico se trataba de una niña, pero este lunes se desveló que finalmente se trataba de un varón y ahora, tres días después se da a conocer su nombre: George Alexander Louis.

Parece que el dicho de que ‘las cosas de palacio van despacio’ ha cobrado fuerza en cuanto a la Casa Real británica se refiere. Tanto que hasta tres días después de su llegada al mundo la reina Isabel II no se ha desplazado hasta el palacio de de Kensington, residencia oficial de Kate Middleton y el príncipe Guillermo, para darle la bienvenida.

Tomado de vanitatis