“El campo de Colombia se está acabando”: A dos años del TLC

Las cifras demuestran que tras dos años de entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, el déficit de la balanza comercial agrícola creció algo más del 300%. Así lo confirman los agricultores.

Tras dos años del implementación del TLC, y de acuerdo con un ranking elaborado, el trigo, los lactosueros, el arroz, la leche en polvo y la carne de pollo, son los productos en mayor riesgo de afectación por el aumento de las importaciones.

Así lo revela uno de los estudios encargado por la agencia internacional Oxfam para evaluar los efectos del segundo año del TLC sobre los productos de economía campesina.

Este estudio revela que el déficit de la balanza comercial agrícola pasó de US$ -323 millones en 2012 a US$ -1.022 millones en 2014.

Por su parte, “La balanza comercial agropecuaria sin pesca ni agroindustria continuó deteriorándose. En efecto, su saldo pasó de US$1.799 millones en el año anterior a que el Acuerdo entrara en vigor a US$ 1.077 millones dos años después de su entrada en vigencia” asegura una de las conclusiones.

Por ejemplo, la participación de los Estados Unidos en el total de las toneladas importadas de distintos tipos de arroces aumentó significativamente y en el caso del arroz con cáscara alcanzó el 100%.

Adicional a este estudio, se analizaron 10 casos de diversos productores en cuanto a tamaño y producto, los cuales confirman que el sector agropecuario colombiano ha salido perdiendo con el Acuerdo y corroboran altos niveles de amenaza sobre la producción campesina.

Uno de ellos, Diógenes Banguero, un pequeño productor de maíz blanco en Guachené, Cauca se pregunta “¿Por qué seguimos trabajando a pérdida y compitiendo en cada cosecha con los precios internacionales? ¿Cómo competimos nosotros, señor ministro, si no podemos abaratar los insumos de producción, como en Ecuador?” y asegura “Acá el libre comercio nos tiene acabados”.

Por su parte Amanda, productora de papa y leche en Boyacá, dice “Paz no habrá para nosotros, porque yo me tendré que ir a la ciudad y desvincularme de las labores agrícolas”.

Esto no debería sorprender. Diversos sectores lo habían advertido. Por ejemplo en 2005, cuando 80.000 pequeños productores de comunidades indígenas realizaron sus propias consultas, obteniendo un nivel de rechazo del 98%, a pesar de lo cual no fueron escuchados.

Durante 2008, 25.000 indígenas y campesinos del suroccidente y de otras regiones, atravesaron a pie el país en una movilización masiva solicitando que el gobierno escuchara su posición frente al TLC.

Y hace poco menos de 2 años el país presenció el Paro Nacional Agrario con una duración de casi 3 semanas, en donde los impactos del TLC aparecieron en el centro de las preocupaciones.

Así entonces, las estimaciones de Garay, Barberi y Cardona de 2009 que indicaban que el TLC impactaría negativamente los ingresos del 70% del campesinado en Colombia, se están cumpliendo.