Estamos a pocas semanas del 25 de mayo y todavía no vemos la campaña álgida que se esperaba por la presidencia. Por lo menos en las calles, la política brilla por su ausencia, ya que aparte de un par de vallas y chiquillos volanteando en alguna esquina, el escenario protagónico de campaña han sido las redes sociales. ¿qué pasa con Clara López y su fórmula vicepresidencial Aída Avella en el mundo virtual?
Nos infiltramos en las redes, donde la realidad tiende a tergiversarse más de lo que vemos en el papel o en otros medios. No sabemos distinguir entre piezas de galería y argumentos de peso. Pasamos acríticos entre fotos, slogans de campaña, y promesas de refundación de la patria que nos dicen que #LaAlternativaEsClara. Sin embargo, lo único claro aquí es que del dicho al hecho hay mucho trecho, y más cuando se trata de una lucha electoral en donde, la izquierda en Colombia se mantiene como colcha de retazos, roída por por rupturas estructurales, alianzas coyunturales, y desventajas históricas.
López, a través de sus redes, mantiene una estrategia ante todo enfocada en activar la intervención y el compromiso de los electores, apostándole a la participación, las preguntas directas con espacios donde su bandera es: #LaGenteCuenta. Así, la base de la plataforma es la visibilización de iniciativas de las personas del común, utilizando las redes para ser escuchadas. Así mismo, las promesas que rezan que con Clara López Colombia iría por #UnBuenCamino son multiplicadas por una base de soldados jóvenes con uniforme amarillo Polo, una estructura ya existente, que ha sido el as bajo la manga de la candidata al momento de apostar por la construcción de un mensaje diferenciador.
¿Pero, qué ha ocurrido tras la jovial cortina de preguntas, fotos y uso masivo de hashtags de campaña?
Aparte de un slogan que ha causado polémica por tener una cercanía incómoda con la estrategia del senador Pedraza, se generó una iniciativa de hacer comparaciones bruscas con lo que en ésta campaña parecen señalar como los errores grasos del gobierno santos, frente a las propuestas alternativas de López, generaron escozor entre los electores. Dichas piezas confunden entre la trampa y el valor, y los comentarios negativos no se han hecho esperar.
Dichos cuestionamientos del por qué construir una propuesta alternativa con base en el ataque personalista a un gobierno actual no debería escandalizar a nadie, de hecho, es el movimiento corriente de la arena política desde tiempos inmemoriales. Pero, a las camaradas de izquierda, un solo consejo: La delicadeza en campaña, junto con discursos convincentes es clave, y más aún hoy, cuando la apatía coquetea descaradamente con la abstinencia y el voto en blanco.
Los ataques con nombre propio en la política dejan un sin sabor, que si bien es natural, y mucho m
os ataques con nombre propio ende la candidata, al momento de o hacemos n sinás en campaña, evidencian que se nos olvida que el colombiano es ‘delicado’ en tiempo de elecciones, los votos y simpatizantes se mueven como el humo, y en el camino al día D muchas cosas pueden cambiar.
Por ahora, parece que la estrategia de redes de López y Avella genera una imagen positiva entre aquella minoría que las sigue, y les han evitado muchos ataques por parte de la oposición. Sin embargo, éste castillo virtual, donde las damas se muestran fuertes e incorruptibles, puede fallar al momento de la materialización, ya que la alternativa aún no está clara, y esto puede causar que ese monumento en piedra se le convierta en arena al contar los votos a favor.