El estratégico discurso de Santos

El discurso de conmemoración de la Batalla de Boyacá fue una oportunidad para que el Presidente legitimara los dos años que lleva al frente del país. Reveló cifras de seguridad, anunció incremento del pie de fuerza y dijo que su administración “puso la casa en orden”. También le “dio palo” a las encuestas.

Juan Manuel Santos se vistió de estratega este martes en el Puente de Boyacá. En la conmemoración de una histórica batalla, que permitió forjar la independencia nacional, el mandatario rindió un homenaje a los miembros de las fuerzas militares.

La seguridad, tal vez el punto en el que peor le ha ido al gobierno en estos dos años de administración, fue el énfasis del texto que presentó Santos a los colombianos. Y arrancó diciendo que “los colombianos de hoy estamos librando y estamos ganando la batalla por la seguridad”.

En una constante comparación entre las fuerzas militares de la actualidad y los guerreros que, encabezados por Bolívar y Santander, “liberaron a Colombia del yugo extranjero”, el Presidente honró la labor de los miembros de la fuerza pública.

Luego pasó revista de los logros que ha tenido su gobierno en materia militar. Según Santos, “se han dado de baja 14 cabecillas de frente de las Farc, aumentaron las capturas en un 76% y se desmovilizan 3 cada día”.

También afirmó que durante su gobierno las Farc “han perdido cuatro frentes, tres columnas móviles y se encuentran debilitados otros 10 frentes” y que gracias a la labor de la policía el país tiene hoy “la tasa de homicidios más baja de las últimas décadas”.

Por eso, y como un premio del gobierno a los militares, el Presidente anunció una especie de “mercado” de equipamiento militar para seguir peleando. Para el Ejército habrá “más helicópteros Black Hawk, de equipamientos de combate nocturno y para acción antiminas, y de vehículos blindados para transporte de tropa”.

La Armada tendrá “más lanchas patrulleras y botes para operaciones fluviales, lanchas rápidas para guardacostas, y el mantenimiento y modernización de las fragatas y submarinos”.

La Fuerza Aérea, según Santos, ha sido equipada con “más aviones para transportar la tropa, sistemas de aeronaves tripuladas por control remoto, armamento para los helicópteros y modernización de los aviones K-fir.”

Y la policía Policía Nacional ha sido fortalecida “con más estaciones, además de fortalecer sus plataformas de inteligencia y sus capacidades de movilidad, incluida la adquisición de helicópteros”.

El mandatario también anunció que entrarán a la Policía 20 mil nuevos miembros y se reclutarán 5 mil soldados más. Estas palabras dejan ver la intención del Presidente de imponer un rigor militar mientras conservar la llave de la paz. Una estrategia paralela de ganar la guerra hasta poder hablar de superación del conflicto.

Después del tema militar, Santos dedicó algún tiempo para hablar de la imagen de Colombia, de la imagen de su gobierno. “Vamos bien; sabemos que vamos bien. Sabemos también que falta mucho, y por eso debemos esforzarnos más. Y tenemos algo muy claro: ¡No vamos a dejar que nada ni nadie ponga en tela de juicio ni nuestra voluntad ni nuestros resultados!”.

Dijo que las victorias de su gobierno son las victorias de todo el país y señaló que “El mundo nos mira con admiración y respeto”, y que es momento que los colombianos “ nos veamos así también”.

Frente a las más recientes encuestas, que presentan un descenso importante en la favorabilidad del mandatario y un inconformismo más grande en los colombianos, Santos cuestionó a las personas que respondieron las preguntas a las empresas encargadas de realizar estos procesos.

“El mundo ve el mismo país que ve Santos y que es invisible para los colombianos que responden encuestas. ¿Qué les pasa?”, dijo el mandatario.

Su discurso terminó emotivo, emulando a la deportista colombiana Catherine Ibarguen al afirmar que el país dará el salto hacia la libertad e instando al pueblo a unirse en torno al gobierno.