El Secretario de Gobierno de Bogotá, Miguel Uribe, llegó al cargo luego de estar en el Concejo de la ciudad, desde donde hizo oposición al gobierno de Gustavo Petro. Hoy es uno de los hombres clave en el segundo mandato de Enrique Peñalosa y está convencido de que la nueva administración, hará lo posible para salvar los recursos de la capital. Uribe habló con Confidencial Colombia sobre su tarea como secretario en estos primeros dos meses y de las decisiones que ha tomado.
¿Cómo le ha ido estos dos meses como Secretario de Gobierno?
Durante estos primeros dos meses nos hemos dedicado a poner orden en la casa. Es decir, a que administrativamente todas las entidades funcionen correctamente. A maximizar los recursos y a optimizarlos. A generar eficiencia en el gasto, a planear el nuevo Plan de Desarrollo que va a determinar la carta de navegación de la ciudad en los próximos cuatro años.
También recibiendo las decisiones administrativas de este último gobierno distrital. Entre esas, el desborde de contratistas. Las decisiones que no se tomaron a tiempo. Sin embrago, somos muy optimistas y estamos listos para asumir los retos que tiene Bogotá. El Alcalde ha conformado un excelente equipo. En ese sentido en estos dos meses ha sido un periodo en el que estamos elaborando las propuestas y en el que estamos solucionando los problemas inmediatos.
¿Cómo ha sido la experiencia de estar del otro lado, es decir, ya no estar haciendo control político como concejal?
Son dos responsabilidades totalmente diferentes. Las dos apasionantes, pero con un mismo fin que es sacar a la ciudad adelante. Como concejal tuve la oportunidad de conocer muchos temas en Bogotá. Hice oposición al gobierno anterior convencido de que estaban administrando mal los recursos; que las políticas públicas no se estaban materializando, de que prácticamente era una administración que basaba toda su ejecución en anuncios, pero no en soluciones.
Ahora esta es una oportunidad en la que hay que empezar a ejecutar. Lograr resultados. En este caso tengo es una responsabilidad misional y otras políticas y en ese sentido, he buscado una gobernabilidad que en Bogotá no ha existido por la polarización.
La invitación que hemos hecho desde esta administración es generar concertación en los temas fundamentales de la ciudad. Hay cambio total en las funciones, en las dinámicas, pero con un mismo fin que es sacar a la ciudad adelante.
¿Qué tanto tiene las políticas públicas de esta administración de la anterior. Por ejemplo, con el tema del Plan de Desarrollo?
En primer lugar, hemos sido muy claros anunciando que no tenemos ningún interés de hacer una persecución política ni ideológica. No tenemos sesgos en ese sentido. Estamos dispuestos y es lo que hemos venido haciendo. Continuando los programas, comprobando eficiencias; dispuestos a mejorar los que funcionen, pero también a cambiar y a transformar los que no.
Tenemos una preocupación fundamental que es la de garantizar los derechos de los ciudadanos; es ofrecerles una oferta institucional digna y de calidad. Somos conscientes de que la última administración entendió la inversión como la contratación de personal. Esta administración entiende la inversión como la manera de llegar a los ciudadanos.
La administración anterior pasó de 30 mil contratistas a 50 mil, entre el 2011 y 2015. Creció 50% los ingresos del Distrito y el gasto en un 100%. Infortunadamente no hubo colegios, no hubo un hospital. La infraestructura es precaria. En el Plan de Desarrollo perseguimos los mismos intereses; de tener una ciudad equitativa, donde los bogotanos vivan felices, donde seamos iguales ante la ley. Donde haya democracia urbana. Donde el espacio público sea para todos. Estamos cogiendo los elementos positivos de las administraciones anteriores como insumo inicial.
Desde el primero de enero el alcalde Enrique Peñalosa inició una campaña de austeridad, precisamente por los sobrecostos que usted menciona. Sin embargo, en los últimos días han anunciado la creación de nuevas secretarias…
La eficiencia en el gasto no necesariamente significa no gastar y para que Bogotá funcione y funcione bien requiere una estructura institucional adecuada, y esa estructura debe contemplar una serie de entidades que permitan ese funcionamiento.
En los dos últimos meses se crearon dos secretarias: la de Seguridad y la Jurídica. La Secretaría de Seguridad responde a la preocupación principal de los bogotanos que es la inseguridad. Este es el vehículo para garantizar capacidad institucional para combatir la delincuencia. Esto permite acabar con el Fondo de Vigilancia, que históricamente ha estado sumergido en problemas de corrupción. Crear un -fondo cuenta- permita mayor eficiencia y transparencia en la contratación.
El funcionamiento de la Secretaría de Seguridad es producto del ahorro de la Secretaría de Gobierno y la liquidación del Fondo de Vigilancia. Adicionalmente, hay unos recursos de destinación específica que vienen del cinco por ciento de todos los contratos de obra pública del Distrito que van dirigidos hacia esta secretaria . No estamos creando nueva burocracia, ni más gastos.
¿Y qué opina del titular de El Espectador que dice: “La nueva burocracia de Peñalosa”, donde habla precisamente de esas nuevas entidades?
No necesariamente tener más entidades es tener más burocracia. Porque al mismo tiempo estamos reduciendo el tamaño de otras entidades, con la reducción del número de contratistas. Estamos creando una institución, pero con el ahorro de otra.
Sobre el Metro usted dijo que el Alcalde presentará ante el Concejo el proyecto para la creación de la empresa. También señaló que en gobiernos anteriores no pudieron crearla. Sin embargo, Petro en 2014 pasó una iniciativa para la creación de ésta y el Concejo la hundió. Da la sensación que a Peñalosa le va a quedar más fácil ejecutar sus políticas y proyectos porque tiene al Concejo de su lado…
Son dos temas. Primero, sobre el Metro hubo una decisión inmediata que fue el anuncio del nuevo gerente; una decisión que pudieron tomar las administraciones anteriores y no lo hicieron. Segundo, se presentó la creación de la empresa Metro. Por su parte, el ex -alcalde Gustavo Petro, no presentó la creación de la empresa. Lo que presentó fue un proyecto que iba a generar una unidad de trabajo de gestión de Transmilenio para el metro, es decir presentó la modificación de Transmilenio para permitir que también operara el Metro. Eso era un error enorme, que el proyecto más grande e importante de Colombia fuera hacer responsabilidad de una subdirección que se ha dedicado al transporte de automotor.
Por otro lado, sin duda alguna el Concejo es fundamental. Desde el primer momento hemos reconocido al Concejo como un actor determinante en Bogotá. Son y deben ser aliados (alcaldía y concejo) de la construcción de ciudad. También reconociendo su independencia y su autonomía. Infortunadamente durante el periodo anterior no fue así. El Concejo fue estigmatizado, la oposición fue atacada. Hubo prejuicios sobre los concejales que no defendían la administración anterior.
Vale recordar que todas las decisiones que fueron tomadas por el Concejo, que no le favorecieron a la anterior administración fueron desconocidas por el anterior Alcalde, pero también quiero decir que la gran mayoría de proyectos fueron aprobados. No es cierto que el Concejo le negó la mayoría de los proyectos a Petro.
En una entrevista dijo que el tema de vivienda se había destrabado y que esta administración va a construir 80 mil viviendas, ¿qué era lo que pasaba?, ¿por qué ahora sí se pueden construir viviendas en Bogotá?
Decisiones administrativas, voluntad política y disposición. Infortunadamente el alcalde anterior quiso centrar su política de vivienda en lo que él llamó el centro ampliado. Un centro ampliado que no tuvo un solo proyecto de renovación ampliada en cuatro años. Tuvo muy pocas obras que se construyeron. La Construcción en Bogotá decayó en todos los sectores, en todos los estratos. Hemos decidido trabajar con el Gobierno Nacional para adelantar todos los programas que nacionalmente se han venido haciendo y que Bogotá por diferencias políticas, no había tenido la posibilidad de recibir esos mismos beneficios.
Es decir, ahora el Gobierno sí se puso de acuerdo con esta administración. ¿Lo que no hizo con la anterior alcaldía lo está haciendo con esta?
Nosotros estamos aceptando la ayuda del Ministerio de Vivienda que no quiso aceptar la administración anterior.
¿Cómo van con el tema de espacios públicos, sobre todo en la legalización del trabajo de vendedores ambulantes?
Las administraciones anteriores fueron muy descuidadas con el espacio público, y el espacio público tiene una importancia vital para los bogotanos. Es por eso, que hemos empezado a promover una nueva cultura democrática de estos espacios. Esto no solo implica trabajar de la mano con los vendedores, sino que acabar con la informalidad y garantízales los mismos derechos que tiene cualquier trabajador formal. (…) Hemos hecho un esfuerzo para que Bogotá tenga entornos libres y seguros. Hemos comenzado en los corredores viales donde más peatones hay.
Pero, ¿cómo piensan acabar con la informalidad, es decir, para que un vendedor informal tenga, por ejemplo, prestaciones?
Cuando hablamos de procesos de empleabilidad, pues buscamos alternativas de empleo formal; cuando hablamos de formación y capacitación lo hacemos ya sea para que emprendan un negocio formal o para que entren a algún empleo formal. Y en la reubicación por lo menos garantizarles que tienen derechos a esos espacios. Nosotros no hemos dicho que están prohibidas las ventas en la calle, hemos planteado que es necesario promover otro tipo de contextos. Y hemos dicho que, estamos construyendo una nueva política en dónde el uso de espacio público sea regulado, es decir donde haya unas reglas de juego, donde se garantice la seguridad y la movilidad.
¿Qué ha pasado con el esquema de basuras de Petro?
Es un esquema que está en revisión que por supuesto no está funcionando. Que le ha costado enormes cifras a Bogotá y que tiene que ser replanteado. Eso es lo está avaluando el sector correspondiente para determinar cuál es el paso a seguir y cómo vamos a garantizar la prestación del servicio de la manera más eficiente y más transparente.
¿Podría volver a los privados?
Eso es imposible determinarlo hoy. Eso será producto de las decisiones que se tomen en el sector.