La historia de la barbarie a la que ha sido sometido el país entre 1958 y 2013, quedó una vez más evidenciada en el documento llamado ‘¡Basta ya! Colombia: Memorias de Guerra y Dignidad’, que entregó el Centro Nacional de Memoría Histórica, que durante seis años se dedicó a investigar la crueldad y las huellas del conflicto armado en cada una de las regiones.
El libro está dividido en seis capítulos: el primero habla sobre la magnitud de conflicto, da cuenta de qué ha pasado en el país: quiénes son los actores en disputa, cuáles han sido sus prácticas de guerra, cuáles han sido los móviles de su accionar y cómo se ha visto impactada la población: son las cifras del horror.
El segundo, es un texto explicativo sobre el devenir de la guerra. Amplia el contexto de lo que se ha presentado en el primero apostándole a una interpretación de los caminos que ha recorrido la guerra para mantenerse a lo largo de tanto tiempo. Es la aceptación de que la violencia nunca se cerró, aunque es mucho lo que se ha transformado; y de que en consecuencia hay deudas acumuladas y no resueltas desde los tiempos de Gaitán hasta el momento presente.
El tercero, propone un análisis de la relación entre guerra y justicia, haciendo una lectura que, más allá de las dicotomías, pone de presente la existencia en Colombia de un aparato judicial que aunque ha se ha visto fuertemente impactado por la guerra, también ha sido permeado y rebasado por la misma al punto de llegar a ser, en algunos momentos, cómplice y participe.
El cuarto, habla de los daños e impactos de la guerra sobre la población, detalla las formas de expresión de la violencia y a partir testimonios recogidos por el CNMH analiza las afectaciones producidas en distintos grupos poblacionales.
El quinto, se centra en el rescate de lo que el Centro ha llamado “las memorias”. Es un recorrido por los casos documentados en regiones rastreando qué y cómo recuerdan las víctimas lo sucedido, convirtiéndose en un relato que más allá del horror da cuenta de las iniciativas de paz, de la movilización y de todo tipo de estrategias para enfrentar el horror, elaborar el dolor, resistir la violencia y para que la sociedad no olvide.
El sexto y último recoge las recomendaciones del Centro para la superación de la guerra y la construcción de una paz estable duradera.
Las 20 cifras más escalofriantes de la guerra:
1- Entre 1958 y 2012 el conflicto armado ha ocasionado la muerte de por lo menos 220.000 personas. De estas muertes el 81,5% corresponde a civiles y el 18,5% a combatientes; es decir que aproximadamente ocho de cada diez muertos han sido civiles, y que, por lo tanto, son ellos —personas no combatientes, según el Derecho Internacional Humanitario— los más afectados por la violencia. Por cada combatiente caído han muerto cuatro civiles.
2- Al 31 de marzo del 2013, el Registro Único de Víctimas reportó 25.007 desaparecidos.
3- 4.744.046 personas desplazadas
4- 1.754 víctimas de violencia sexual
5- 6.421 niños, niñas y adolescentes han sido reclutados por grupos armados
6- 27.023 secuestros asociados con el conflicto armado entre 1970 y 2010
7- 10.189 víctimas de minas antipersonal entre 1982 y 2012.
8- El reloj de la violencia no letal registra, según datos acumulados, que entre 1985 y 2012 cada hora fueron desplazadas 26 personas en el país como consecuencia del conflicto armado, mientras que cada doce horas fue secuestrada una persona.
9- De las 1.982 masacres12 documentadas por el gmh entre 1980 y 2012, dejaron como saldo 11.751 muertes. Los grupos paramilitares perpetraron 1.166, es decir el 58,9% de ellas. Las guerrillas fueron responsables de 343 y la Fuerza Pública de 158, lo que equivale al 17,3% y 7,9% respectivamente. De cada diez masacres seis fueron perpetradas por los grupos paramilitares, dos por las guerrillas y una por miembros de la Fuerza Pública.
10- Entre 1981 y 2012, el gmh pudo identificar 16.340 acciones de asesinatos selectivos que produjeron 23.154 víctimas.
11- De este total, 8.903 personas fueron asesinadas selectivamente por grupos paramilitares, lo que corresponde al 38,4%; 6.406, es decir el 27,7% de las víctimas fueron asesinadas por grupos armados no identificados; 3.899 o el 16,8% fueron víctimas de las guerrillas; 2.339, correspondientes al 10,1% del total de asesinatos selectivos, los causaron miembros de la Fuerza Pública; 1.511, es decir el 6,5% de las víctimas fueron asesinados por desconocidos,18 83 asesinatos, o el 0,4% del total, fueron el resultado de acciones conjuntas de grupos paramilitares y miembros de la Fuerza Pública; y finalmente 13 asesinatos fueron perpetrados por otros grupos.
12- De los 27.023 secuestros reportados entre 1970 y 2010, las guerrillas son autoras de 24.482, lo que equivale al 90,6%. Los paramilitares han realizado 2.541 secuestros, correspondientes al 9,4%, mientras que otros grupos armados han secuestrado a 578 personas, con un total del 2,6%. Lo anterior significa que de cada diez secuestros, aproximadamente, las guerrillas son responsables de nueve y los grupos paramilitares de uno.
13- 5.016 casos documentados de desaparición forzada. Se logró establecer al presunto autor en solo 689 casos. De este total, 290 fueron desaparecidos por miembros de la Fuerza Pública, lo que corresponde al 42,1%; 246, lo fueron por grupos paramilitares, lo que equivale al 41,8%; 137 desapariciones, es decir el 19,9%, fueron atribuidas a otros grupos armados; y finalmente 16 o el 2,3% del total fue atribuido a las guerrillas.
14- En los 5.137 casos de daños contra bienes civiles documentados por el gmh entre 1988 y 2012 las guerrillas fueron responsables de 4.322, lo que corresponde al 84,1%. Los grupos armados no identificados lo fueron de 308, o del 5,9 %; los grupos paramilitares de 270, es decir del 5,2%; los miembros de la Fuerza Pública fueron responsables por 182 casos de daños a bienes civiles, equivalentes al 3,5%; las acciones conjuntas de dos o más actores del conflicto armado ocasionaron 49 casos, correspondientes al 1%; y otros grupos armados produjeron seis casos de daños a bienes civiles.
15- En este registro se documentan 23.161 asesinatos selectivos entre 1981 y el 2012. De este total, 8.902 muertes, es decir el 38,4% fueron ocasionadas presuntamente por grupos paramilitares; 6.406 o el 27,7% fueron perpetradas por grupos armados no identificados; 3.906 correspondientes al 16,8% fueron responsabilidad de las guerrillas; 2.340, el 10,1%, las cometieron miembros de la Fuerza Pública; 1.511, o sea el 6,5%, las ocasionaron desconocidos; 83 muertes, equivalentes al 0,4%, fueron cometidas por grupos paramilitares y la Fuerza Pública en acciones conjuntas; y 13 más, o el 0,05%, fueron el resultado de la acción de otros grupos, entre ellos milicias populares y agentes extranjeros.
16- La invisibilización de los homicidios quedó al descubierto, además, durante las confesiones de los paramilitares, quienes en sus versiones libres38 ante la Unidad de Justicia y Paz reportaron, al 31 de diciembre del 2012, un total de 25.757 homicidios.
17- En cuanto a los roles de participación social y política de las víctimas, el gmh pudo documentar el asesinato selectivo de 1.227 líderes comunitarios, 1.495 militantes políticos, 685 sindicalistas40 y 74 defensores de Derechos Humanos. También se cuentan 1.287 asesinatos de funcionarios públicos y/o autoridades políticas. Entre los militantes políticos asesinados, cinco de cada diez participaban en partidos o movimientos políticos de izquierda. Entre los movimientos y partidos políticos, la Unión Patriótica registró 503 víctimas de asesinato selectivo, seguida del Partido Liberal con 329; el Partido Comunista con 158; el Partido Conservador con 151; y Esperanza, Paz y Libertad con 110.
18- 2.304 asesinatos selectivos atribuidos presuntamente a miembros de la Fuerza Pública. La gravedad de estos casos reside en que constituyen violaciones a los derechos de las cuales
19- Entre las masacres perpetradas por las guerrillas, 238 fueron ejecutadas por las farc; 56 por el eln; 18 por el epl; 3, por otras guerrillas (m-19 y Movimiento Quintín Lame); 7 por dos o más guerrillas en acciones conjuntas; 18 por guerrilla no identificada; y 3 por disidencias o facciones de guerrillas (el Frente Ricardo Franco de las Farc o el Erp del Eln).
20- En la etapa de versiones libres de Justicia y Paz, los miembros vinculados confesaron un total de 8.360 casos cometidos hasta el 1 de diciembre del 2012 (3.551 desapariciones y 4.809 cadáveres exhumados de fosas comunes).