Bloques de construcción, madera, letras o láminas de papel iluminadas, crean un mundo de sombras, donde la figura humana y rostros, toman vida en manos de la artista japonesa Kumi Yamashita.
Yamashita sorprende con su faceta creadora de generación de imágenes inesperadas, trazadas a partir de la proyección de una luz rasante sobre diferentes piezas fijadas a la pared.
La creatividad de la artista no tiene límites. En su trabajo se pueden contemplar desde sombras de rostros producidos por figuras numéricas previamente organizadas e interpuestas estratégicamente a un foco de luz, hasta sombras de cuerpos completos que proviene de un trozo de madera, retratos hechos con alfiler e hilo, con números de tarjetas de crédito y hasta con suela de zapatos.
La plasticidad y reinvención de su trabajo es admirable. La autora renueva sus planteamientos con soluciones siempre innovadoras.
“Quiero reflejar cómo lo que está alrededor y dentro de nosotros suele estar preconcebido. Es fácil no cuestionar la información recibida. El conocimiento, las ideas y los valores son a menudo aceptados sin cuestionar”.
Licenciada en Bellas Artes en Washington y con la participación en cerca de treinta exposiciones en todo el mundo, Yamashita, con la simpleza de su técnica, que hacen grandioso su arte, demuestra que las cosas no son lo que parecen y que todo depende de la luz con que se mire.