La elección del reemplazo de Juan Carlos Henao en la Corte Constitucional tiene mucho de político. Los ternados se presentaron ante el Senado en una disputa más que ideológica.
Ante el Senado comparecieron Luis Guillermo Guerrero, Carlos Guillermo Medellín y Martha Victoria Sáchica, quienes fueron propuestos por el Consejo de Estado para el cargo de Magistrado de la Corte Constitucional.
En sus discursos, ninguno de los ternados se comprometió con la Constituyente que tanto ha sonado recientemente. Todos hablaron de su respeto por la división de poderes, por la prevalencia de la Constitución frente a sus posiciones personales, de sus trayectorias, e incluso, de sus familias.
Los candidatos
Luis Guillermo Guerrero trabajó como asesor en la Asamblea Nacional Constituyente, donde hizo parte de los equipos de trabajo que le dieron forma a la tutela y las acciones populares. En su discurso, rechazó las versiones según las cuales con su elección habría un recorte en las libertades y los derechos civiles.
Guerrero es abogado de la Universidad Javeriana, especialista en Ciencias socioeconómicas, magistrado auxiliar del Consejo Superior de la Judicatura.
Como magistrado auxiliar, Guerrero ya completa doce años. “Soy independiente, no tengo agendas políticas, ni compromisos con ningún partido” manifestó en su discurso.
Carlos Medellín, agradeció al Consejo de Estado por la postulación. No quiso explicar su hoja de vida, pero si habló de su visión del derecho. Un discurso incluyente. Insistió en la importancia de la separación de poderes y en la distancia que debe tener la Corte sobre el diseño y la aplicación de las políticas públicas.
El candidato liberal ha sido secretario Jurídico de la Presidencia de la República, y Consejero de la Alcaldía de Bogotá. Tiene gran ascendencia sobre el mundo académico.
Carlos Medellín, se refirió al tema de la Consituyente y sostuvo que hay que resistirse a la idea de cambiar la Constitución, pues “ésta todavía es muy joven”.
“La Constitución Política de 1991 no fue hecha por militares ni por los aristócratas de las regiones, sino que participaron todos los sectores, convierte a la participación en un derecho fundamental, que debe ser protegido y es por eso que esta no puede ser coyuntural ni partidista” dijo Medellín.
Martha Sáchica dedicó buena parte de su discurso a hablar de su familia y la relación con el derecho y de su trabajo como defensora en el ICBF. La abogada, que permaneció 18 años como docente de la Universidad Sergio Arboleda, también hizo parte de la Asamblea Nacional Constituyente. Al final, pidió que sean las mujeres las que escriban este tercer capítulo de la historia de la Corte Constitucional.
El próximo martes 14 de agosto, el Senado tendrá que elegir al magistrado de la Corte Constitucional que tomará la plaza de Juan Carlos Henao.
Lo que está en juego
Dos conservadores, Guerrero y Sáchica, un liberal, Medellín. Como no es habitual, esta vez la terna no estuvo compuesta exclusivamente por candidatos de una misma corriente jurídica. Una preocupación para sectores que quieren asegurar que la Corte quede en manos de alguno de los bandos.
Después de un año con una Corte sentando jurisprudencia muy liberal en diversas materias, los sectores más reaccionarios de la política están preocupados. Contar con dos candidatos conservadores, puede darles alguna tranquilidad.
Juan Carlos Henao nunca fue radical en sus posiciones. A pesar de ser liberal, se tenía la percepción de que él daba equilibrio. Quien lo remplace será fundamental pues en noviembre habrá una nueva elección, esta vez para reemplazar al magistrado Sierra Porto, quien ha asumido posiciones diferentes frente a cada tema.
Muchos dicen que la cosa está definida en casi todos los partidos. La posición que más que preocupa es la de la U. El Partido Liberal, Cambio Radical y el Partido Verde van con Medellín. El Conservador y, al parecer, un sector de la U, se irán con Guerrero.
Lo que decida el Senado será vital para varios sectores sociales. La Corte ha sentado un camino durante los últimos años que a muchos incomoda. Es el punto de romper el equilibrio.