La situación de caos económico y la crisis que se vive en los mercados no tiene otra explicación más que la mala fe y la pérdida de valores, escenario que lleva a algunos, no pocos, conductores de las economías públicas o privadas a recurrir a la trampa y a los actos impuros sin importarles el detrimento que puedan ocasionar.
Así lo expresó en diálogo con Confidencial Colombia el empresario, corredor de bolsa y orador motivacional, Christopher Gardner. Al sabor de un café colombiano, este estadounidense quien inspiró el bestseller y la película, “En busca de la Felicidad” precisó aspectos de la economía actual e inclusive tocó el tema Interbolsa.
“Del tema de la carencia de ética y su impacto en los mercados podríamos hablar mucho, pero mucho tiempo, lo cierto es que hay un tema que no fue inventado propiamente en Estados Unidos y es la avaricia, mi referente o ejemplo es Estados Unidos, pero el lío es de todo el mundo”.
Explicó que lamentablemente cada quince años estalla una crisis o un gran problema en la economía internacional. La historia, indicó, se puede remontar a los bonos chatarra, los mismos que tenían un grandísimo rendimiento. Lo cierto fue que la situación estalló ocasionándoles problemas a muchas personas y esto pasa cada quince años.
“La gente en ese momento no era ni ética ni honesta, se estaban comportando como unos cerdos y lo que pasa en Wall Street, es que tenemos una compañía por un lado haciendo algo y del otro lado, otra firma la ve y dice nosotros tenemos que hacer lo mismo. En estas grandes empresas de Wall Street, lo que sabemos es que quien está al frente de la gestión no son los hijos, no son los presidentes, no es la junta directiva sino las personas que están generando los ingresos para estas compañías”, aseveró el señor Gardner.
Cabe anotar que los bonos basura o chatarra hacen parte de un mercado en el cual algunas empresas que crecieron excesivamente o que registran una dramática caída en la demanda de sus bienes en oferta. Estos bonos operan como instrumentos de financiación muy diferentes a los mecanismos de deuda tradicional, es parte del juego del mercado de acciones y está muy lejano de las características de deuda pública.
Confidencial Colombia/ Señor Gardner, ¿en ese orden de ideas uno podría decir que estamos asistiendo al ciclo aburridor, por así decirlo, de los cerdos?
Christopher Gardner/ Si y no, porque ya estamos empezando a ver una cosa de la que he venido hablando, y es el advenimiento del capitalismo consciente y eso quiere decir que uno puede crear valor para sus accionistas y también agregarle valor al mundo.
C.C/ Al ver los crecimientos en Europa por debajo de cero y la lenta recuperación de Estados Unidos se puede decir que América Latina y el sudeste asiático son alternativas para tener en cuenta?
C.G/ Yo lo veo así, yo creo francamente que últimas no existen las fronteras pues un problema que se convierte en un área determinada se puede volver el dolor de cabeza en otra área y lo podemos ver así. Yo diría que Estados Unidos y en Wall Street, las grandes compañías han creado el VIH del capitalismo y este ha infectado el sistema nervioso central del planeta entero, lo que hay que tener en cuenta es que nadie permanecerá inmune, el asunto es el grado de infección o el nivel en el que uno se verá afectado. Hace poco aquí en Bogotá, reventó un Wall Street con Interbolsa, de eso se enteró el mundo. Hoy no podemos hablar de mercados, es decir que hay uno aquí y otro allá, no realmente hay un solo mercado y es global.
C.C/ Después de todo lo que vivió, dormir en las calles, en el baño del metro en fin, ¿como va su vida, quedan los recuerdos y por favor cuénteme de su hijo Chris?
C.G/ En mi mente esos recuerdos quedan, de una manera pequeña, pero en efecto, ese recuerdo sigue allí gravado. En mi casa tengo un cuarto repleto de maletas, no hay nada más que eso, maletas. De mi hijo le cuento que todos nosotros los padres procuramos darles a nuestros hijos todas aquellas cosas que no tuvimos y lo hacemos pensando y creyendo que les estamos dando una mejor vida y lo que llegamos a entender finalmente s que no les estamos dando una mejor vida, tan solo les damos mejores cosas, a veces se ve uno obligado a dejar que los hijos se vayan para que inicien su propia travesía y es por eso que mi hijo está en este momento buscando empleo porque lo despedí.
C.C/ ¿Y porqué lo despidió?
El muchacho tiene un problema y es que en su reloj no aparece el número ocho ni el nueve y ese es el problema, entonces le dije que fuera a buscar un trabajo en donde pudiera llegar a la hora que le provocara.
Al término de esta charla con Christopher Gardner en donde hubo risas, y una generosa sonrisa que lo muestra como el altruista y gran persona que es precisó que para ser exitoso en la vida tan solo hay que hacer lo que a un ser humano lo haga feliz y no siempre esto tiene que ver con plata. “Jamás temas pensar que eres la única persona que se ve así mismo haciéndolo, tienes que verlo con los ojos del alma.
Agradeció el comportamiento de las personas en Colombia y se declaró admirado por la tierra del café más suave del mundo. “Es un verdadero honor estar en este país, yo amo a Colombia, me encanta Bogotá, pero estoy feliz con Cartagena”.
Gardner nació en Milwaukee (Wisconsin) en 1954. En 2006 público su libro En Busca de la Felicidad que fue al cine en el mismo año y ya en 2012 creo la firma, Gardner Rich & Co en Chicago. Actualmente vive en Toronto (Canadá) y aparte de su hijo Chris, logró darle vida a su hija, Jacinta.
Aparte de ser un millonario exitoso en la bolsa, Gardner tiene ojo avizor para los negocios por lo que se le conoce también como inversionista. Al término de la entrevista, concedida en uno de los nuevos salones de Corferias en el mercado de Mega-Expo, vino un apretón de manos y una sonrisa blanca y real. Con sus casi 1,90 de estatura el señor Gardner templo la solapa de su vestido azul de rayas blancas entrelazo sus manos y dio vuelta para saludar a otras personas que le aguardaban. Este hombre irradia una paz y una pulcritud espiritual que se logra percibir, no en vano y como introducción a la charla dijo, “Soy una persona bendecida”.
Finalmente ese señor de piel negra, de cabeza rapada y brillante tanto por fuera como por dentro se va del sitio. Apretuja con su mano derecha su barba en forma de candado ya teñida por el blanco de los años, vuelve su mirada y se pierde de a poco entre la gente. Indiscutiblemente es y fue una persona tocada por Dios que no desprecia a nadie y que está presto a responder cualquier inquietud y que lleva como escudo una filantropía inmensa y la palabra del todo poderoso que la lleva no desde ahora sino desde aquellos aciagos momentos de amanecer en las calles, en sitios públicos o en parques con el pequeño Chris.