Pensando en ello, el Museo Nacional de Colombia inaugura una llamativa exposición en la que se abordará la intimidad de la mujer y la riqueza de su propio mundo. Las puertas al público estarán abiertas a partir de este viernes 11 de noviembre hasta el 5 de febrero de 2017.
Voces íntimas son las que se escuchan al recorrer una de las salas de este museo. Mujeres de distintas épocas, artistas todas, nacidas algunas a mediados del siglo XIX, y otras que apenas empiezan a preocuparse por una que otra cana, hablan de sus secretos más profundos. Secretos que, expresados en fotografías, pinturas al óleo, esculturas, sonidos y letras, demuestran el misticismo de cada mujer y su visión de lo más cotidiano.
Atendiendo a ese llamado de contar parte de la intimidad femenina a través del arte, la exposición titulada Voces Íntimas: Relatos e imágenes de mujeres artistas, se detiene en cuatro áreas: Los Diarios, La Casa, El Cuerpo, El Deseo y El Silencio.
Alguna vez los Diarios fueron los únicos que soportaron la realidad femenina. Sus hojas guardaban lo más recóndito del corazón y precisamente, en la búsqueda por preservar instantes de un presente para la posteridad, los manuscritos de la novelista del siglo XIX Soledad Acosta de Samper, en contraste con el video diario que en el 2002 publicó la realizadora Ana María Salas, demuestran con letras lo que guarda cada quien sin mentiras ni tapujos.
La Casa es sin duda lo más romántico, acogedor y evocativo. A través de óleos sobre tela, fotografías, cerámicas sobre yeso y pequeños reportajes audiovisuales, dan cuenta de la labor doméstica de mujeres del siglo XIX, con obras como La Costurera, de Margarita Holguín y Caro. Asimismo, se refleja la cruda realidad de la violencia de los años 80 vista por una mujer de casa, y hasta la transformación de ese espacio tan personal como es el hogar.
El Cuerpo femenino ha sido sinónimo de sujeción y de libertad ya sea por aceptación o rechazo de una sociedad apegada a preceptos divinos, como la historia lo ha marcado. En Voces íntimas, los visitantes encontrarán obras relativas al cuerpo y la forma en la que distintas mujeres lo asumieron. La recopilación alude a artistas como Karen Lamassonne, Mariana Varela y María Teresa Hincapié.
En palabras de la curadora Marta Rodríguez, lo erótico y el anhelo que tiene cada mujer de trascender es lo que hacen que El Deseo, la cuarta sección de esta muestra, se entienda como el rincón más profundo de la intimidad, porque es lo que representa en la realidad.
Una de las obras allí presentes juega con la polifonía y transporta al espectador hasta uno de los conventos más bellos arquitectónicamente hablando de la Nueva Granada: el claustro de Santa Clara Real en Tunja, Boyacá. CeoSíe es su nombre y fue hecha por la artista colombiana y maestra de la Universidad de Los Andes, Beatriz Eugenia Díaz.
Según nos cuenta, su obra representa el dolor femenino, la sumisión y la fuerza de la masculinidad de uno de los lugares donde la intimidad de una mujer podría ser más esquiva e irreconocible: el convento. A partir de esa lectura, quiso acompañar su pieza con un canto gregoriano grabado con su propia voz, por supuesto contrariando la tradición de la iglesia católica en la que dicha interpretación es única de los hombres.
Finalmente, El Silencio… 11 terracotas esculpidas por Freda Sargent resaltan las expresiones ensimismadas y lo romántico que puede ser el mundo interno de cada mujer; ese mundo que pude ser más infinito que el que cada ser humano uno puede ver, palpar, oler y escuchar.
La exposición reúne lo íntimo de 18 artistas entre las que se encuentran también Beatriz González, Ethel Gilmour, Teresa Cuervo Borda, Débora Arango, entre otras.