A cuatro meses del decimotercer aniversario de la tragedia del 11 de septiembre cuando el mundo observo horrorizado cómo terroristas de Al Qaeda destruían las Torres Gemelas de Nueva York, el Museo de la Memoria 11-S abre sus puertas en la Zona Cero.
Cimentado en el lugar donde estaban las Torres Gemelas, el Museo 11-S hace un intento por recordar a las víctimas y reconstruir la historia. Entre dos cascadas artificiales que evocan ambas torres erigidas, se encuentra el pabellón de entrada en el que a 20 metros bajo tierra, se exponen dos muestras.
Una bajo la cascada sur donde se recuerda a las 2.983 personas que fallecieron el 11-S y a los 6 muertos en un ataque ocurrido en 1993, a través de la exhibición de objetos encontrados entre los escombros, fotos y comentarios de seres queridos; y la otra bajo la cascada norte donde se cuenta la historia construida luego de los eventos.
Un tridente de acero oxidado que soportaba la fachada de la Torre Norte, una columna retorcida por el impacto de un avión, la escalera usada para escapar, un camión de bomberos y, probablemente uno de los elementos más impactantes, una pequeña insignia de metal con forma de alas que iba en la chaqueta de una de las azafatas del vuelo 11 de American Airlines, son algunos de los objetos que expone el Museo
Durante los primeros días, el Museo 11-S estará abierto las 24 horas para los familiares de las víctimas, supervivientes, rescatistas, aquellos que vivieron directamente los atentados. Al público se abrirán las puertas el 21 de mayo con entradas de u$s24.
“Este museo expresará lo que aquellos que nos atacaron no entendieron, que los vínculos que nos unen se refuerzan de la manera más extraordinaria cuando nos enfrentamos a las circunstancias menos imaginables”, expresó Joe Daniels, responsable del museo.