El Museo Nacional de Colombia implementó dispositivos de realidad aumentada para que los visitantes de El silencio de los ídolos. Una evocación de la estatuaria agustiniana puedan ver los monolitos del Bosque de las Estatuas, por medio de tabletas y teléfonos celulares.
“Muchas personas no conocen el Parque Arqueológico de San Agustín ni las piezas que se encuentran en el lugar, por lo que consideramos necesario brindarles información al respecto, a través de una grata experiencia. Por ello decidimos implementar la realidad aumentada, basados en los resultados que obtuvimos con la Sala Didáctica de la exposición de cerámica griega”, señala Fabio López, líder de la iniciativa.
El trabajo se inició con el levantamiento fotográfico de cada una de las piezas. Posteriormente, un grupo de desarrolladores les dio formas, texturas y colores a los veinte monolitos, respetando el aspecto que conservan en el Bosque de las Estatuas. Además, las piezas pueden rotar, lo que permite verlas desde distintos ángulos.
“La realidad aumentada ha funcionado bien por la novedad, puesto que es una manera novedosa de brindarle la información al público. Adicionalmente, las personas están haciendo uso de dicha tecnología dentro de la sala, pues están viendo una exposición virtual; este es un fenómeno que se está presentando en otros museos del mundo, incluso en los que no tienen colecciones”, añade López.
En las próximas semanas, desde las tabletas con las cuales enseñan las esculturas al público, los monitores del Museo podrán utilizar información anexa, como la ubicación geográfica de San Agustín, las representaciones de sus estatuas, algunas ilustraciones y cómo se hace un embalaje, como apoyo a sus visitas. “El Museo da un paso adelante y ya puede ver el potencial que tienen las nuevas tecnologías en los montajes museográficos y como herramientas didácticas y educativas”, explica Fabio López.
La realidad aumentada entra a formar parte de los soportes tecnológicos que recrean el Bosque de las Estatuas de noche, entre los que se encuentran las proyecciones creadas por el videógrafo Zaji Chalem y la producción sonora del ingeniero Camilo Sanabria.
La entrada es gratuita.