La operación a la que será sometido Radamel Falcao García es la especialidad del cirujano al que el delantero acudió. José Carlos Noronha es el médico más preparado en Europa en este tema y con éxito ha atendido a algunas de las figuras que juegan en las mejores ligas del mundo. Aunque la intervención es compleja, los antecedentes dan una pequeña luz de optimismo al colombiano. Video
El samario viajó a Oporto, Portugal con la firme intención de someterse a un diagnóstico médico del especialista en lesiones de ligamento cruzado, José Carlos Noronha. El luso ha tratado a jugadores de la talla del holandés Arjen Robben, el inglés Ashley Cole o los portugueses Ricardo Carvalho y Pepe, con recuperaciones muy rápidas y exitosas.
La experiencia de Noronha en este tipo de lesiones la dejó plasmada en un libro en el que describe la técnica que utiliza para reconstruir el ligamento anterior cruzado y detalla específicamente qué proceso de recuperación se debe tener una vez completada la intervención quirúrgica.
El antecedente más cercano que tiene el médico es el procedimiento realizado al defensa central del real Madrid, Pepe. El cirujano portugués lo operó el 17 de diciembre del 2009 de la misma lesión que sufrió el astro colombiano.
Después de tres meses de recuperación de la cirugía, el 5 de marzo del 2010, el médico declaró que las posibilidades de que el central merengue fuese al mundial estaban en un 80%. Dos meses después el jugador portugués recibió el alta médica que lo habilitaba para jugar el mundial de Sudáfrica 2010.
Aunque los tiempos siguen siendo realmente justos para estar en Brasil, la esperanza de los colombianos por tener a su máximo goleador no se desvanece.
Así será la cirugía del ‘Tigre’
La intervención comienza con la extracción de un segmento de diez centímetros de largo del tendón que incluye dos pequeños pedazos de hueso de la rodilla y de la tibia superior.
Luego, el espacio que queda en el tendón es cerrado y cosido para asegurarlo. El tendón se cura y eventualmente recobra su fuerza.
El resto de la operación se lleva a cabo con un artroscopio y monitor en donde se puede ver el interior de la pierna. Se introduce la herramienta a la rodilla para inspeccionarla y cualquier problema asociado, como cartílago dañado, es corregido.
Más adelante se taladra un hueco entre la tibia, la unión con la rodilla y el fémur. Se pasa el segmento de tendón que se extrajo por esta cavidad y se flexiona completamente la rodilla para asegurar el segmento.
Una vez asegurado, ya se puede utilizar la rodilla y mediante un aparato de recuperación se mueve para evitar el dolor y permitir que esta cure de manera correcta.