El 'nuevo' Real Madrid no hace goles, sino obras de arte

El Real Madrid se ha adueñado del ‘tiki-taka’, ése estilo que, decía Pellegrini (y luego ratificó José Mourinho) no sería bien visto en el Bernabéu porque en la capital, parecía, sólo valía el juego directo. En realidad no es así. Ahora el madridismo disfruta con la reconversión de su equipo a una escuadra amante de la posesión capaz de hacer obras de arte como la que protagonizó en Riazor, en el 0-2 obra de Casemiro.

El brasileño empujó a la red una asistencia de Marcelo después de 44 pases repartidos en 107 segundos. Todos los jugadores merengues presentes en el terreno de juego tocaron el balón. Todos. Incluido Keylor Navas.

Fue el arquero el que inició la jugada tras un intento de ocasión de Bakkali. El costarricense comenzó arrancó la acción que, casi dos minutos después, terminaría en el tanto del Real Madrid. Ningún jugador del Dépor pudo robar el balón.

Modric, Kroos e Isco fueron los que más participaron y Marcelo, el que se la ‘regaló’ al mediocentro blanco, convertido en todo un llegador con 8 goles en lo que llevamos de año 2017, algunos en partidos clave como la final de la Champions, el clásico liguero contra el Barça o la final de la Supercopa de Europa ante el Manchester United.

El propio Marcelo dijo que no se había dado cuenta durante el partido de que la jugada hubiera sido tan larga, pero desveló como ahora tener el esférico es el nuevo modus operandi de los suyos.

“El mister nos pide que tengamos el balón. Hay que estar preocupados defensivamente pero lo importante es tener el balón. Entrenamos cada semana para eso. Hemos hecho buen partido con y sin balón”, insistió. Y así fue. La posesión del Real Madrid durante el primer tiempo rozó el 74% y durante el segundo tiempo, el 62%.


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