El placer de dormir a 4.000 metros de altura

Situado en la montaña Mont Blanc, en los Alpes franceses, a casi 4.000 metros de altitud, Refuge du Gôuter es uno de los hoteles más espectaculares del mundo.

Para los alpinistas, éste fue durante mucho tiempo uno de los lugares favoritos en su ascenso a una de las cimas más altas de Europa. A pesar de haber sido inaugurado hace apenas un mes, gracias a su diseño aerodinámico y su carácter sustentable, este peculiar refugio de montaña se ha convertido ya en un icono arquitectónico.

Según el portal inmobiliario Idealista.com, este alojamiento dispone de 120 habitaciones y cuesta 90 euros por noche. Su concepto escapa a la idea tradicional del refugio de montaña. En su interior destacan materiales como la madera de pino, pero por fuera el diseño tiene cierto carácter futurista al estar construido con acero y cristal, lo que da al edificio el aspecto de un diamante puro que se integra en el paisaje nevado.

El Goûter bebe de la montaña. La electricidad se genera a través de paneles fotovoltaicos situados en sus fachadas y se almacena en un grupo de baterías para las horas en las que no hay sol. La calefacción proviene de células térmicas, que se encargan también de derretir la nieve acumulada en una plataforma que puede albergar hasta 24.000 litros de agua. Los ingenieros tuvieron que renunciar al uso de la energía eólica porque los molinos no hubieran soportado los fuertes vientos que se dan a esta altitud y que pueden alcanzar los 240 km/h. Esa fue también la razón por la que los arquitectos optaron por crear una estructura cilíndrica y muy compacta, la mejor manera de soportar las fuertes corrientes de aire.

Un total de 192 piezas de madera de 550 kilos cada una forma la estructura principal del refugio. Cortadas a medida en el valle, fueron transportadas una a una en helicóptero hasta el lugar de construcción, donde se fueron encajando como blogues de Lego. Según explica el arquitecto suizo Hervé Dessimoz, jefe del proyecto, la elección del material se hizo teniendo en cuenta que la madera es mucho más cálida, ligera y resistente que el cemento.

Uno de los mayores quebraderos de cabeza para los ingenieros del Goûter fueron los lavabos, explica Dessimoz. Querían aseos en todas las plantas por lo que el sistema de compostaje que se utiliza en la mayoría de albergues no era posible, ya que sólo son factibles en la planta baja. Finalmente, se decidieron por un modulo de tratamiento de residuos húmedo, similar al que se utiliza en la marina. Un sistema de succión que permite reducir la descarga de de agua hasta cuatro veces. Los residuos líquidos se depuran mediante un tratamiento biológico que permite expulsarlos a la naturaleza libres de bacterias, mientras que los sólidos se acumulan y se bajan al valle en helicóptero dos veces cada temporada.

Tomado de Vanitatis