Susana Baca, la cantante folclorista nacida en el Perú, visitó el Hay Festival Cartagena y ofreció una inigualable presentación en La Plaza de la Aduana, donde los invitados al festival, los asistentes y el público general disfrutaron de la voz de esta mujer y su lamento negro. La ganadora de dos premios Latin Grammy habló con Confidencial Colombia.
Confidencial Colombia: ¿Cuál es el origen de su voz?
Susana Baca: Es muy antiguo el nacimiento. Yo creo que viene desde la época de la esclavitud, de las épocas muy difíciles, de los cantos silenciados por años donde ha habido muchas mujeres con voces extraordinarias que han tenido que cantar muy bajito, para no perturbar y no alarmar y cuando esas mujeres podían cantar y podían gritar, -el grito también fue muy importante-, después ese grito se convierte en un canto armonioso y alegre de celebración. Todo eso está en mi voz y debe estar en la voz de muchas otras personas.
CC: Chabuca Granda influyó en su carrera artística. ¿Qué cualidad de su personalidad era la que usted más admiraba?
SB: Su generosidad. Fue una mujer muy generosa conmigo ella me vio y sabía que era una chica pobre con pocas posibilidades, que me gustaba la lectura pero no tenia con qué comprar un libro, entonces ella me prestaba sus libros y me permitía entrar a su casa a escuchar los discos y sus colecciones maravillosas y siempre me abrió los brazos.
También tuve el privilegio de estar en sus ensayos, sentadita en un rincón, ver como trabajaba y ponía dedicación y excelencia en cada ensayo. Eso me enseño muchísimo al margen de lo que aprendí de mi madre biológica, Carmen de la Colina que me enseñó a trabajar. “No vas a lograr nada en la vida si no trabajas”, me decía y “más tú”. Ella decía que los hijos de los ricos no querían que los hijos de los pobres aprendieran nada porque era mejor si se quedaban ignorantes para explotarlos. Mi madre fue una guía política, entonces me inculcó ese trabajo, pero el trabajo musical que hacia Chabuca me enseñó mucho. Una de las herencias que más me aportaron en la vida.
CC: ¿Usted cree que la cultura es excluyente con las clases sociales menos privilegiadas?
SB: No yo no creo, hay muchas maneras de acceder a la cultura, pero uno debe saber trabajar y llegar a ella. Mi madre cuando me decía, “si no luchas no vas a lograr nada, no tienes ni dinero, ni apellido, mejor dicho nada” y de la nada yo tenía que salir, ese era mi reto.
La semana pasada estuve en una pequeña población de mi país donde me realizaron un homenaje y una distinción. Se presentó un grupo entre los cuales había un chiquito que no alcanzaba el instrumento, ¡pero era tan talentoso!. Yo me pregunté si ese chiquito alguna vez podrá ir a Berkeley, es muy difícil pero en parte es el gran reto de él.
Lo otro es que a veces los padres anulan a los niños y ese talento que tienen dentro. Yo recuerdo por ejemplo, a un pianista peruano de fama mundial que su padre nunca lo apoyo para que estudiara su instrumento porque seguramente opinaba como mi madre que también decía, “sí te dedicas a la música tienes que hacer algo más, porque de la música te vas a morir de hambre” y mi opción fue la enseñanza, entre ellas de danza y de esa manera inicié con algo para poder cobrar a fin de mes.
Con esto de los pagos, también resultan poco beneficiados los músicos folcloristas. Si viene un músico de piano o de violín todos dan por hecho que va a cobrar y pagan, pero si se presenta un hombre que toca el cajón, el atabaque o el tambor, o alguien de música tradicional, la gente no le paga sus honorarios porque supuestamente esa es su “gracia” y lo más que se debe hacer es darle un plato de comida y ya está.
CC: ¿Cómo es la experiencia de trabajar como Ministra de Cultura en su país?
SB: Yo me siento muy honrada con esa confianza que me dio el presidente Humala. Aunque muchos me atacaron porque no sabían sí yo era capaz de gestionar proyectos culturales, pero lo cierto es que yo he realizado varios proyectos, no solo uno. El mío personal por ejemplo, es poner en el escenario la música del folclor peruano y eso lo he logrado a pulmón; claro no sólo yo, lo he hecho con mi marido y los músicos que se suben al escenario conmigo y defienden la música con alma y con garras.
Si yo puedo hacer una cosa así, porque no puedo organizar un Ministerio de Cultura, sabiendo exactamente lo que le hace falta a mi país.
CC: ¿Cuál cree que es la importancia de la palabra en la canción?
SB: Yo interpreto muchos poemas populares y también a poetas trascendentes de literatura latinoamericana. Yo creo en la importancia de la palabra en la canción, porque pienso que las palabras en general tienen una fuerza cuando se dice bien dicha y bien pensada, entonces cuando se canta puede llegar a ser más fuerte. Pero la canción cuando llega al alma, es cuando la entiendes.
CC: ¿Cómo percibe el interés de los jóvenes por la música latinoamericana?
SB: Se está ampliando enormemente el interés de los jóvenes. Particularmente con la canción “Latinoamérica” en la que colabore con Calle 13, los jóvenes se han emocionado enormemente y yo he visto que hacen trabajos sobre la canción porque les inspira investigar más sobre la región, no solamente hablando de música.
Lo más curioso es que veo que cada vez los jóvenes están más receptivos al folclor, de hecho, gran parte de las personas que me oyen son jóvenes.